Muchos de los migrantes que salen de África hacia Europa pasan por el país sin litoral de Malí. Mientras preparan su viaje por el desierto del Sahara, Cáritas les da la bienvenida y les ofrece ayuda y consuelo en una casa al borde del desierto. La ciudad maliense de Gao, en África occidental, es conocida como la “puerta de entrada al Sahara” para muchos migrantes que esperan llegar a Europa. Es uno de los muchos lugares del mundo donde pueden encontrar apoyo y asesoramiento en su viaje en una casa de migrantes de Cáritas.
“El Día Mundial del Migrante es un momento en el que celebraremos, como muchos otros lugares de bienvenida de Caritas en todo el mundo, pero también será un momento para que los migrantes expresen su dolor y tristeza”, ha dicho el personal de la casa de migrantes de Gao a Caritas Internationalis.
“Durante la semana del 18 de diciembre, estamos honrando a las mujeres y niñas víctimas de la trata de personas”, añade. “Parte de nuestras actividades incluirán la sensibilización sobre los derechos de los migrantes y enseñar a las personas cómo tomar la decisión correcta con respecto a la migración”. Algunos de ellos, de hecho, deciden formarse en alguna profesión o quedarse en Gao y buscar trabajo.
La casa de migrantes de Gao se abrió en la década de 1990, y el número de migrantes de África central y occidental ha aumentado mucho desde entonces. El objetivo es recibir a los migrantes, cuyo destino puede estar muy lejos, con amor y dignidad. La estadía máxima es de diez días, pero durante la pandemia de Covid-19, cuando se cerraron las fronteras, los migrantes han podido quedarse hasta tres meses. Durante este tiempo, el número de migrantes que llegan a Gao ha aumentado a un promedio de 300 por día. Sin embargo, Cáritas ha mantenido abiertas sus puertas durante la pandemia.
El aumento de la inseguridad en el norte de Malí es una de las causas de la migración, la pobreza y el sueño de una vida mejor. Muchos de los migrantes llegan desde Níger y otros países africanos, pero también hay personas de Pakistán, Sri Lanka y otros lugares fuera del continente. La casa también da la bienvenida a los inmigrantes que han sido devueltos a Mali desde Argelia.
“Muchos de los migrantes que recibimos que han sido devueltos de Argelia han llegado en muy mal estado de salud. Algunos padecen enfermedades graves como tuberculosis y nos aseguramos de que reciban tratamiento hospitalario. Diez migrantes que han llegado hasta nosotros han muerto en lo que va de año. Este es el número más alto de cualquier año anterior”, dice el personal. Algunos, incluso, han llegado a fallecer sin que sus familias puedan ser notificadas.
Caritas Internationalis reitera que los migrantes son víctimas de la injusticia global que resulta de los sistemas políticos y económicos. “Los apoyamos en su búsqueda de un refugio más seguro donde puedan realizar su sueño de una vida mejor y vivir con dignidad”, subraya la organización.