El arzobispo de Belo Horizonte y presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB, por sus siglas en portugués), Walmor Oliveira de Azevedo, ha criticado las medidas adoptadas por el presidente Jair Bolsonaro durante la crisis por el coronavirus, toda vez que se ha negado a considerar el aporte de la comunidad científica.
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Una crisis subestimada
“La gravedad fue subestimada, y las medidas adoptadas por las instancias gubernamentales ignoraron las preciosas contribuciones del campo científico“, ha dicho esta semana Oliveira en una entrevista publicada por la Folha de S. Paulo.
De acuerdo con el presidente de la CNBB esta situación “repercutió en la población contribuyendo a que muchos no cumplieran con las medidas de prevención”. Además, “sin generalizarse el sentido de co-responsabilidad, el país sufrió con explosiones de casos y el aumento de la pobreza, pues el descontrol de la pandemia agrava sus consecuencias en la economía“.
A la fecha, el gigante latinoamericano suma 186.365 muertes por Covid-19 y 7.212.670 brasileños contagiados. En la última semana se ha registrado un promedio de 47.439 casos diarios diagnosticados, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia. De los 27 Estados de Brasil, 19 registran incremento de casos y muertes –incluyendo el Distrito Federal–, seis se muestran estables y tan solo en dos Estados han disminuido.
Impacto del Covid-19 en la Iglesia
En el caso de la Iglesia católica, hasta el mes de agosto la Comisión Nacional de Presbíteros de la CNBB había contabilizado 415 casos de Covid-19 en sacerdotes y 21 muertes. No obstante, “estos números ciertamente son mayores”, ha dicho Walmor Oliveira, “considerando los misioneros de las comunidades religiosas y la complejidad de la Iglesia, presente en todo el territorio”.
Para el presidente de la CNBB es imperativo un “consistente programa de vacunación, exigiendo la superación de los desgobiernos y las politizaciones abominables”. Es claro que “el momento exige el coro de los lúcidos“, subrayó el prelado.
Apertura al diálogo
Al ser consultado sobre las posibilidades de diálogo entre la CNBB y Bolsonaro, Oliveira considera que “podría haber ocurrido más diálogo, pues la Iglesia tiene mucho por contribuir (…) sin partidismos, sin defensa de intereses mezquinos“.
Con todo, el arzobispo de Belo Horizonte ha dejado claro que “la Iglesia defiende insistentemente que es necesario cuidar de los más pobres“. Para Oliveira de Azevedo esta también debería ser la prioridad del gobierno: “se trata del punto de partida para todo gobierno que desea ser exitoso en la misión de ayudar en la construcción de una sociedad más justa”.