La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha salido al paso para denunciar la situación de pobreza energética en la que viven miles de familias de La Cañada Real (Madrid). “Al inicio del invierno, unas 4000 familias de La Cañada Real siguen sin suministro eléctrico, a pesar de las denuncias, movilizaciones y declaraciones oficiales”, denuncia la organización, subrayando que suma su voz a la de “las entidades y colectivos que piden una solución de emergencia”.
“Varias decenas de vecinos de este área de la Comunidad de Madrid”, continúa la HOAC, “que pasa por varios municipios y que apenas dista unos kilómetros de la capital de España, han sido ingresados en los últimos días por intoxicación de dióxido de carbono procedente de las estufas utilizadas para dotarse de calor”.
Ante esta situación “como movimiento de Acción Católica especializada en la promoción y atención del mundo obrero empobrecido”, la HOAC se siente “en la obligación de sumar nuestra voz para denunciar la incapacidad de la compañía eléctrica Naturgy (Unión Fenosa) de garantizar el suministro”, así como “la inoperancia de las administraciones a la hora de ofrecer una solución de emergencia”.
Asimismo, el movimiento ha declarado su total oposición “a la criminalización de toda la población residente de la Cañada por ‘práctica delictiva de una minoría’, a la que se le atribuye un elevado consumo de energía para cultivar marihuana, lo que provoca en última instancia cortes de luz que no son reparados con la debida diligencia en los sectores V y VI de este asentamiento”.
Para la HOAC, la sola existencia de La Cañada es el ejemplo de “la construcción desde hace décadas de un modelo de sociedad que deja en la cuneta a cada vez más personas, fruto de lo que el papa Francisco ha llamado la ‘cultura del descarte’ y en el que las instituciones y grupos más afortunados se sienten desvinculados por completo del destino de sus semejantes menos privilegiados”.
Por otra parte, el movimiento católico denuncia que la falta de electricidad está causando numerosos problemas que van más allá de que haya personas sin calefacción en esta época de bajas temperaturas, que van desde la interrupción de los aparatos médicos que asisten a ancianos dependientes, la incapacidad de cargar los móviles con los que hacer llamadas de socorro en caso necesario, la imposibilidad de cocinar en condiciones de seguridad o iluminación suficiente para completar los deberes escolares.
Asimismo, la HOAC de Madrid señala que “la población a la que se le niega el servicio público de energía está siendo arrastrada a añadir a su situación de abandono” otras “nuevas pobrezas”, ya que, si bien “en otros tiempos no tener acceso a la energía eléctrica no era considerado un signo de pobreza ni generaba angustia”, a día de hoy “resulta fundamental para alcanzar las condiciones materiales mínimas para la vida en sociedad”.
Por este motivo, el movimiento exige “el respeto a los derechos humanos, pero también el cumplimiento de los pactos y planes alcanzados por las distintas administraciones”. Además, la HOAC señala que las asociaciones vecinales Sector 5 y Al Shorok-Amanecer, así como la Asociación Cultural Amal, tienen previsto acudir con un grupo de vecinos y vecinas afectadas a la Fiscalía Provincial para registrar un escrito en el que solicitan su intervención, después de innumerables gestiones, incluida una denuncia ante del Defensor del Pueblo.