En concordancia con la advertencia que hiciera la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el pasado 15 de diciembre, el arzobispo de Acapulco (México) denunció también un aumento de violencia en el hogar contra niñas, niños y adolescentes en tiempos de Covid-19.
Y mientras que la ONU hizo una recomendación para atender este flagelo, el arzobispo Leopoldo González González llamó a encontrar en la convivencia de la Sagrada Familia un aliciente para reforzar en casa las buenas relaciones.
Miremos en el nacimiento “el convivir del niño Jesús, la Virgen María y el Señor San José para que refuerce en nosotros la firme decisión de que en nuestro convivir en el hogar estemos libres de toda violencia”, dijo.
Leopoldo González explicó que al contemplar al niño Dios lo primero que vemos es su fragilidad; “a nosotros, que más nos gusta aparecer fuertes, resistentes y duros, este año la pandemia nos ha enseñado a ser conscientes de nuestra fragilidad y al vernos frágiles, muchos sentimos temblar nuestro corazón”.
“Ahora Jesús nos dice: ten paz, mírame frágil como tú, necesitado de todo mundo, nos hace mucho bien aceptarnos en nuestra realidad, podemos hacerlo con grande paz porque este pequeño niño con su resurrección nos librará del poder destructor de la muerte, hará de ella una pascua para la casa del padre, ahí miremos a nuestros hermanos que este año ya no están con nosotros”, agregó.
Y a los fieles acapulqueños los exhortó a hacer todo lo que esté de su parte “para que en el corazón de cada hombre y cada mujer resuene el anuncio de paz que los ángeles hicieron escuchar en los campos de Belén”.
“Jesús es nuestra paz, tomémoslo en nuestros brazos, como María y José. Deseo a todos una feliz y Santa Navidad”, dijo.
De acuerdo con medios locales, en el estado de Guerrero se reportó que este fin de semana ocho personas fueron ejecutadas en diferentes municipios; esto, a pesar de que en el 2020 disminuyeron en un 15% los asesinatos perpetrados por el crimen organizado respecto a 2019, y 28% respecto a 2018.
Ante esta situación, el arzobispo de Acapulco hizo un llamado a la conversión a quienes perpetran el mal en la delincuencia común o en el crimen organizado: “dejen ese camino que ha sembrado tanto dolor y muerte”, les pidió.
Por ello, aseguró que es tiempo de fortalecer “en nuestra sociedad la cultura del encuentro; que como pueblo nos apasione encontrarnos, buscar puntos de contacto, tender puentes, proyectar algo que incluya a todos, nos dice el Papa en ‘Fratelli Tutti’”, concluyó.