El cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, ha presentado el proyecto de ayudas extraordinarias que tiene el Dicasterio y las Agencias de la ROACO (Reunión de Obras para la Ayuda de las Iglesias Orientales) para hacer frente a la emergencia del Covid-19, tal como informa Vatican News.
El dossier, que ha sido entregado al Papa durante su saludo a la Curia, es, para Sandri, “una señal de esperanza en este terrible momento”. Y es que en él se contempla una ayuda extraordinaria de 9.574.907,74 euros que será repartida, según necesidad y criticidad, a Armenia, Bielorrusia, Bulgaria, Egipto, Eritrea, Etiopía, Georgia, Grecia, Tierra Santa (Palestina, Israel, Jordania y Chipre), India, Irán, Irak, Kazajstán, Líbano, Macedonia, Polonia, Rumania, Sarajevo, Siria, Turquía y Ucrania.
Estos 9,5 millones de euros representan “un esfuerzo de la Congregación y de todas las agencias que ayudan a nuestras iglesias en esta coyuntura”, pero que ha surgido de “una sintonía excepcional” de distintos organismos “unidos por una única conciencia: que juntos podemos salir de esta situación”, apunta el cardenal.
Siguiendo el encargo del Papa de “no dejar solos a los que sufren” las consecuencias de esta pandemia, se creó el Fondo de Emergencia de la CEC (Congregación de las Iglesias Orientales), con la colaboración de la CNEWA (Catholic Near East Welfare Association), PMP (Misión Pontificia para Palestina).
“Para nosotros, los compromisos asumidos en este momento en Siria y el Líbano siguen siendo sumamente importantes, sin olvidar lo que se ha hecho en Egipto, en Irak, en Tierra Santa y, de manera particular, en Palestina”, explica el purpurado. “Aquí tenemos la Universidad de Belén, de gran importancia para el cumplimiento del camino de la fraternidad que el Papa Francisco recomendó en su encíclica Fratelli Tutti”.
Asimismo, Sandri ha subrayado que, detrás de esta ayuda de emergencia, está la participación de mucha gente. “Quiero señalar a aquellas personas que, aunque no tienen grandes recursos, en su pobreza, con gran dignidad, han podido ofrecer una contribución a sus hermanos y hermanas necesitados”, puntualiza.
Dentro de los fondos asignados, destaca en primer lugar Tierra Santa, con 3.419.158,86 euros, seguida de Siria con 1.266.881,51 euros y la India con 1.147.880,55 euros. También se hicieron contribuciones sustanciales al Líbano (994.424,53 euros), Etiopía (817.180,34 euros) e Iraq (476.153,61 euros).