“Animamos a que la vacunación pueda producirse pero no deja de ser una decisión libre de cada uno de los ciudadanos”. Son las palabras del secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, en una entrevista a Europa Press a propósito del posicionamiento de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la vacuna contra la Covid-19. Tanto es así que ha afirmado: “Yo acudiré a vacunarme”, ya que el hecho de que viva en una residencia con muchos sacerdotes mayores le sitúa entre el primer grupo de vacunación establecido por la Consejería de Sanidad de Castilla y León.
“Si esto se confirma y somos llamados a ser vacunados los que vivimos en este hogar sacerdotal, acudiré a vacunarme”, explicó el prelado. También reforzó la idea de que las vacunas son “moralmente aceptables”, en sintonía con “las declaraciones de la Santa Sede con respecto a este hecho”, en relación a las informaciones que han trascendido sobre el uso de células de fetos abortados de los años 70.
“Las vacunas aprobadas y dentro de todas las vacunas en elaboración, las que han utilizado algún tipo de células procedentes de tejidos abortivos son mínimas”, precisó. Para Argüello, “la vacuna que nos vamos poner en los próximos días está libre de esa mancha, de haber sido utilizado ex profeso un aborto, como ocurrió en la fabricación de otras vacunas, cuando la Iglesia declaró la inmoralidad de ese procedimiento, pero estamos ahora sin duda en otro momento”.
También ha hecho un llamamiento “al cuidado y a la responsabilidad”, que “debe ser mayor que nunca”, y ha invitado “a celebrar la Navidad con más sencillez y más hondura”. “La Navidad es un acontecimiento, lo celebramos en nuestras sociedades porque en estas fechas recordamos el nacimiento de Jesús, luego han ocurrido las Navidades, que son celebraciones familiares, muchas manifestaciones de todo tipo, nosotros pensamos que celebrar la Navidad, más que nunca”, destacó.