El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha dirigido un mensaje de felicitación de la Navidad a través de TRECE esta Nochebuena. Para el arzobispo celebrar el nacimiento de Jesús implica que “nuestra esperanza se ha visto cumplida una vez más” ya que “Él es la luz de nuestro mundo y nuestra vida”.
Omella ha destacado que Jesús “no abandona nunca” y permanece en medio de las alegrías y de las penas.Apuntando hacia la primera Navidad, destacó algunas enseñanzas para el momento presente. El purpurado destacó “la grandeza de lo pequeño”, “la importancia de la humildad” a través del Dios Todopoderoso “naciendo en la pobreza de un portal pequeño”.
Para el presidente destaca, también, “el ejemplo de José” que “tampoco pudo celebrar la Navidad ni con donde quería ni con quienes quería”, además de rechazados por las gentes del lugar quienes “dejaron fuera a los más necesitados”. “Esta familia llegada de fuera, como ocurre tantas veces, era una bendición, una riqueza y un nuevo don para la sociedad”.
Juan José Omella ha destacado, también, el papel de los pastores en la noche de Navidad que compartieron los que tenía. “Se cumple una vez que los más sencillos nos dan ejemplo, practicando esa solidaridad tan esencial que existe entre los que sufren”. Para el cardenal estos valores son fundamentales en esta Navidad “de un año muy duro” debido a “una pandemia que ha causado mucho dolor y se ha llevado la vida de muchas personas”.
Lamentando que las fiestas no se pueden celebrar de forma tan familiar como en años anteriores por la lejanía o la “ausencia de familiares o amigos que se han ido para siempre”. “Son momentos de dolor ante los que no podemos ser indiferentes”, ha remarcado. Por ello, invitó a que “el que sienta esta tristeza sienta el calor de nuestra compañía”.
Ante quienes deben afrontar situaciones económicas “graves”, hizo un llamamiento a que “los responsables políticos y las instituciones públicas y privadas pongan los medios necesarios para que esta nueva crisis social y económica pase cuanto antes”. Para el cardenal, “en eso se concreta ahora su vocación de servicio al bien común sin el cual no existe una verdadera caridad política”. Ante esta situación, destacó, “Jesús está con vosotros” aportando una palabra de “de consuelo, de esperanza, de paz”. “Jesús sufre con vosotros”, recalcó.
“Toda la Iglesia en este tiempo está llamada, en este tiempo, a estirarse hasta el último hogar para llevar compañía, consuelo y ayuda”, subrayó Omella. Por ello, destacó “muchas luces que han permitido mantener la esperanza” como los sanitarios, los sacerdotes, los militares, los responsables de logística y limpieza, los trabajadores en los supermercados o colegios… que representan “la grandeza de ánimo de tantas personas que olvidadas de sí mismas han salido ayudar al otro” incluso “arriesgando la propia seguridad”. Para el prelado esto muestra que “nuestra sociedad tiene una gran reserva de humanidad”.
Omella ha pedido a los creyentes un compromiso y oración “más fuerte, especialmente con los pobres y necesitados” en este tiempo, que “hoy no están lejos”. Ha pedido “cuidarlos con un espíritu renovado” como José cuidó la Sagrada Familia. A todos invitó a “construir una fraternidad abierta” que valore a cada persona comenzando por las personas más cercanas. “La auténtica Navidad es, y será siempre, fuente de esperanza”, concluyó en referencia a las circunstancias que la pandemia ha impuesto en las celebraciones navideñas.