Tras nueve arduas jornadas de oración y compartir con los habitantes de calle, en la cuarta edición de Jesús nace en las calles, el arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, Luis José Rueda, ha realizado el cierre de esta jornada en el parque de Santander, en pleno corazón de la ciudad.
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Con un Niño Jesús en mano, al que los propios participantes bautizaron como el Ñerito, el prelado impartió su bendición “por este niño que ofrecemos hoy a las calles de Bogotá y quien vino a salvarnos”.
Poner el oído y el corazón
En su intervención ha pedido a unos 100 habitantes de calle cuidarse mucho, a la vez que agradeció a las organizaciones participantes: Callejeros de la Misericordia, Alcaldía, policía nacional y agentes pastorales de la arquidiócesis su compromiso “por poner el oído y el corazón para abrirle la puerta a Jesús de Nazaret” a estas ciudadanías callejeras.
Por cuarto año consecutivo el franciscano Gabriel Gutiérrez –fray Ñero– lleva adelante esta actividad, dicho sea de paso, bajo estrictos protocolos de bioseguridad habida cuenta de la alerta sanitaria que hay en el distrito.
Comedores a cielo abierto
Precisamente el contexto del coronavirus, desde mitad de diciembre, en el marco de “Jesús nace en las calles”, Gutiérrez ha dicho a Vida Nueva que han realizado comedores a cielo abierto “para acompañar en tiempos tan difíciles a quienes ni siquiera tienen un hogar digno”.
Según Gutiérrez solo en la capital hay más de 10.000 personas en situación de calle, por lo que en diversas ocasiones ha pedido a los colombianos y a las autoridades poner sus ojos sobre estos “descartados” para darles una nueva oportunidad.
Foto: Callejeros de la Misericordia