Por tercer día consecutivo, el papa Francisco ha podido enviar un mensaje a los fieles de todo el mundo a mediodía. Tras la bendición Urbi et Orbi y el ángelus de la fiesta de san Esteban se celebra, este domingo 27 de diciembre, la festividad litúrgica de la Sagrada Familia. Por ello, desde la biblioteca del Palacio Apostólico para disuadir la presencia de fieles en una Italia en confinamiento domiciliario, el pontífice ha vuelto a presidir la oración mariana. Una jornada en la que el papa Francisco ha anunciado la celebración de un Año de la Familia para conmemorar el quinto aniversario de la publicación de la exhortación apostólica ‘Amoris laetitia’.

“A fin de continuar el camino sinodal que condujo a su publicación, he decidido convocar un Año especial dedicado a la familia, ‘Amoris laetitia’, que se inaugurará en la próxima solemnidad de San José y concluirá con la celebración del Décimo Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará aquí en Roma en junio de 2022”, ha sido el anuncio del Papa.

“Será una oportunidad para profundizar en el contenido del documento ‘Amoris laetitia’, mediante propuestas e instrumentos pastorales. Se pondrán a disposición de las comunidades eclesiales y de las familias, para acompañarlas en su viaje. Desde ahora, invito a todos a unirse a las iniciativas que se promoverán durante el año y que serán coordinadas por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida”, propuesta que Francisco encomendó a “la Sagrada Familia de Nazaret, en particular a San José, el esposo y padre solícito”.

Modelo para las familias de hoy

“Es hermoso reflexionar sobre el hecho de que el Hijo de Dios, como todos los niños, necesitaba el calor de una familia”. Así, presentó a “la familia de Nazaret” como “modelo en el que todas las familias del mundo pueden encontrar su punto seguro de referencia e inspiración”. “Dentro de los acogedores muros de la Casa de Nazaret, la infancia de Jesús transcurrió en la alegría, rodeada por el cuidado maternal de María y el cuidado de José, en el que Jesús pudo ver la ternura de Dios”, destacó el pontífice acudiento a la reciente carta apostólica ‘Patris Corde’.

“Estamos llamados a redescubrir el valor educativo del núcleo familiar: debe estar fundado en el amor que siempre regenera las relaciones y abre horizontes de esperanza”, invitó el Papa. “La comunión sincera se puede experimentar en la familia cuando es una casa de oración, cuando los afectos son profundos y puros, cuando el perdón prevalece sobre la discordia, cuando la dureza diaria de la vida se suaviza por la ternura mutua y la adhesión serena a la voluntad de Dios”, subrayó pidiendo a las familias que se abran al mundo exterior para “colaborar en la construcción de un mundo siempre nuevo y mejor; capaz, por tanto, de convertirse en portador de estímulos positivos; la familia evangeliza con el ejemplo de la vida”, a pesar de las dificultades y las tensiones –a lo que Francisco invitó de nuevo a que no pase el día sin reconciliarse–. El Papa volvió a recomendar las palabras permiso, gracias y perdón como claves para la vida familiar.

En el día en el que comienzan de forma programada en toda Europa las vacunaciones, el pontífice ha recordado a las familias que han sufrido la pandemia y a los sanitarios cuya vida familiar se ha visto trastocada por esta dificultad.

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