En este año 2020, la Iglesia ha despedido a siete cardenales. Todos ellos sin derecho a voto en un futurible cónclave, pues superaban los 80 años. Cinco de ellos eran europeos –dos polacos, un italiano, el único purpurado ucraniano y uno de los dos holandeses–, los otros dos procedían de Ecuador y Malasia. Entre los cardenales fallecidos, un caso con polémica. Y es que uno de ellos acabó despojado de todos sus derechos cardenalicios por un escándalo de abusos.
El 29 de noviembre fallecía a causa de un cáncer el cardenal Anthony Soter Fernandez, arzobispo emérito de Kuala Lumpur (Malasia). Fernandez fue el presidente de la Conferencia Episcopal de Malasia, Singapur y Brunéi en dos ocasiones (1987-1990) y (2000-2003). El 24 de mayo de 2003 renunció a su cargo. Sin embargo, el 9 de octubre de 2016, el papa Francisco anunció su creación como cardenal, siendo el primer prelado del país en tener una birreta.
El 16 de noviembre fallecía a los 97 años el cardenal polaco Henryk Gulbinowicz, a quien el tribunal eclesiástico del Vaticano había sancionado retirándole sus derechos de purpurado solo diez días tras constatar las acusaciones contra él por abusos sexuales a menores que la Fiscalía de Distrito de Wroclaw (Polonia) está investigando. Gulbinowicz, que fue nombrado cardenal por Juan Pablo II en 1985, era autor de numerosos trabajos de Teología Moral, ortodoxia y formación del clero, y era arzobispo emérito de Wrocław.
El pasado 15 de noviembre fallecía el cardenal Raúl Eduardo Vela, arzobispo emérito de Quito, a sus 86 años. En 2010 su renuncia por jubilación fue aceptada por el entonces papa Benedicto XVI y en ese mismo año recibió la investidura cardenalicia en Roma. Fue uno de los participantes del cónclave que eligió al papa Francisco en 2013. Vela ejerció su ministerio sacerdotal en la diócesis de Riobamba hasta que en 1969 fue nombrado subsecretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. En 1972 fue designado como obispo auxiliar de Guayaquil y entre 1972 y 1975 fue elegido secretario general de la Conferencia Episcopal. En 2003 fue nombrado arzobispo de Quito por Juan Pablo II.
El cardenal ucraniano Marian Jaworski, arzobispo emérito de Lviv, fallecía el 6 de septiembre a la edad de 94 años. Jaworski, amigo cercano de Juan Pablo II debido a sus años en Polonia (de 1981 a 1987) y encargado de administrarle la extremaunción antes de su muerte, era el único purpurado de Ucrania. Juan Pablo II lo nombra cardenal en 1998. Fue, además, presidente de la Conferencia Episcopal Ucraniana, y participó en el cónclave que, en 2005, eligió a Benedicto XVI. El 21 de octubre de 2008, se convirtió en arzobispo emérito de Lviv.
El 3 de septiembre fallecía el cardenal Adrianus Johannes Simonis, arzobispo emérito de Utrecht (Holanda), a los 88 años. De esta manera, el único purpurado holandés actualmente es Willem Jacobus Eijk. En 1985, Juan Pablo II lo nombraría cardenal, y participó en el cónclave en el que, en abril de 2005, fue elegido Papa Benedicto XVI. Ha sido arzobispo emérito de Utrecht desde el 14 de abril de 2007, cargo que, en la actualidad, ostenta Eijk.
El 17 de julio fallecía Zenon Grocholewski a los 81 años. El cardenal polaco era prefecto emérito de la Congregación para la Educación Católica y gran canciller de la Pontificia Universidad Gregoriana. Fue creado cardenal por Juan Pablo II en el consistorio del 21 de febrero de 2001.
El cardenal Renato Corti, obispo emérito de Novara y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Italiana hasta 2015, fallecía el 12 de mayo, a los 84 años de edad, en el Colegio de los Oblatos de los Santos Ambrosio y Carlos (Rho, provincia de Milán). En noviembre de 2011 renunció, por motivos de edad, a su episcopado, y Francisco lo nombró cardenal el 19 de noviembre de 2016.