“¿Llegará la vacuna a las zonas más empobrecidas de nuestro planeta bajo unos criterios justos de reparto?”. Es una de las preguntas que lanza la plataforma Cristianismo y Justicia en su balance del año de la pandemia del coronavirus.
- DOCUMENTO: Texto íntegro de la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco (PDF)
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El centro de estudios de la Compañía de Jesús dedicado a la reflexión social y teológica ha hecho pública su declaración anual en la que defiende que “sin interrupción de la vieja normalidad no puede haber nueva normalidad con sabor a fraternidad y a promesa cumplida”. Para hacerlo posible, los ochenta pensadores que aglutina esta entidad eclesial llaman a comprometerse q todos “los seres humanos, singularmente a quienes compartimos el sueño de Jesús de Nazaret”.
Camino de fraternidad
“De nosotros depende, en definitiva, que el camino de la pospandemia sea un camino de fraternidad”, aseguran en un documento en el que denuncian que “el virus de la pobreza sigue haciendo estragos”. Por ello, urgen a estar “más despiertos para reconocer a aquellas personas que sufren la injusticia, invisibilizadas y vulnerabilizadas”.
En esta línea, Cristianismo y Justicia se cuestiona si “se mantendrán las políticas económicas que ayuden a los más perjudicados por la pandemia” y también duda de si “revisaremos finalmente los sistemas sanitarios, ahora que los reconocemos infradotados, para que la salud sea un bien universal y garantizado”.
Lenguaje bélico
Desde esta perspectiva, también denuncian cómo “los discursos políticos sobre el virus” se han teñido de “un lenguaje bélico”, frente al eje proponen “un lenguaje que gire en torno a la vida, la atención, la presencia y el acompañamiento, a la ternura, el consuelo y la resiliencia. Un lenguaje que, en vez de convocarnos al ‘combate’, nos convoque a construir alternativas desde la comunidad y el cuidado”.
Como alternativa, la declaración anima a promover una cultura del cuidado colectivo y “rearmarnos interiormente para poder vivir el año 2021 con más serenidad, lucidez y compromiso”. Así, apunta que “debemos abandonar el optimismo acrítico y las falsas seguridades de un sistema tecnológico, social, político y económico sostenible, individualista y profundamente injusto”.
“No habremos aprendido nada si volvemos a la normalidad anterior”, expone la plataforma jesuita que proponen cambiarla por una “mirada ‘samaritana’” que desemboque en “en una acción compasiva y comprometida para aligerar el sufrimiento y revertir, así, las causas”.