Adiós al 2020, un año en el que la Iglesia en México tuvo que llevar a cabo su misión evangelizadora y de acompañamiento espiritual en medio de la pandemia de Covid-19, que al día de hoy ha cobrado la vida de más de 120 mil mexicanos.
Fue un año en el que incluso muchos miembros del clero sufrieron en carne propia el contagio, el dolor y la muerte a causa del coronavirus, que llegó al país a mediados del mes de marzo; pero también fue un año en el que la Iglesia creció en creatividad para evangelizar, haciendo uso de las tecnologías.
Estas diez noticias marcaron los últimos 12 meses en la actualidad eclesial de México. Con ellas es posible darnos una idea de cómo la Iglesia se tuvo que ir adaptando a las circunstancias adversas para poder cumplir con su misión.
Desde febrero del 2020, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, anunció que ante la alerta mundial de salud provocada por la presencia del coronavirus, la Iglesia Católica tomaría medidas de higiene para los fieles que acudieran a los templos cuando se confirmara la llegada del virus al país.
Entre las medidas a tomar estaban la comunión en la mano, el uso de gel antibacterial y la desinfección de las bancas.
A finales de ese mismo mes, las arquidiócesis de Guadalajara y Monterrey anunciaron medidas en los templos para evitar el contagio del virus.
Asimismo, la Arquidiócesis de México, encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes, dio a conocer un Decálogo para evitar el contagio del Covid-19 en los templos de la Ciudad de México, incluía entre otras recomendaciones:
Si durante la celebración se realiza el sacramento de la Confesión, el sacerdote y los fieles deben usar el cubrebocas; al finalizar la Santa Misa, instruir a los fieles sobre las medidas que recomiendan las autoridades sanitarias para que tomen conciencia de la responsabilidad que tienen para cuidar su propia salud y la de los demás.
En tanto que los fieles no deberán tomarse de las manos al momento de rezar el Padrenuestro. Eran estas las primeras medidas que tomaba la Iglesia.
A mediados del mes de marzo, con 87 casos confirmados de Covid-19, la Iglesia empezó a suspender en el país sus actividades masivas.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) sugirió a los obispos dispensar de la obligatoriedad de la Eucaristía de cada domingo y fiestas de guardar; y pidió a los sacerdotes que, en la medida de lo posible, tuvieran los templos abiertos y expusieran el Santísimo.
El organismo también exhortó a las diócesis a que utilizaran las plataformas digitales y los medios de comunicación públicos y privados para transmitir la misa, de modo que los fieles pudieran unirse espiritualmente a los misterios de la fe.
Fue a partir del 22 de marzo cuando los fieles católicos pudieron seguir por televisión abierta, a través del canal 9, la misa dominical presidida por el arzobispo primado de México, cardenal Carlos Aguiar, desde la Basílica de Guadalupe.
El 12 de abril: Domingo de Resurrección, la Iglesia y el sector empresarial de México dieron a conocer la iniciativa‘Cadena solidaria de alimentos y medicinas’, para ayudar a mitigar los efectos de la emergencia humanitaria producto de la pandemia de coronavirus Covid-19, que ya comenzaba a manifestarse en el desempleo, en la escasez de alimentos y de medicamentos en las familias mexicanas.
Cáritas Mexicana fue la entidad responsable de articular la campaña, cuyo lanzamiento coincidió con la consagración del continente americano a la Virgen de Guadalupe. La campaña, que sigue vigente, consiste básicamente en la donación de despensas y medicinas en beneficio de las personas que han sido afectadas por esta emergencia de salud.
Si bien su muerte ocurrió en Estados Unidos, el padre Jorge Ortiz-Garay fue considerado el primer sacerdote mexicano en fallecer a causa del coronavirus.
La comunidad mexicana y latina de la Diócesis de Brooklyn y Queens en Estados Unidos despidió al sacerdote mexicano, párroco de la iglesia de Santa Brígida, tras su fallecimiento el 27 de marzo, luego de que tres días antes fuera ingresado en el Hospital Wyckoff de esa ciudad, ubicada en el estado de Nueva York.
El padre Jorge nació en 1970 en la Ciudad de México, y fue el impulsor de la Carrera Guadalupana, que se realiza desde el 2013 en Nueva York, una iniciativa deportiva-religiosa que reúne cada año a millones de migrantes mexicanos.
Luego de unos días de que el papa Francisco presentara, el 4 de octubre, su encíclica ‘Fratelli Tutti’, el Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV), con sede en el estado de Querétaro, organizó un panel virtual en el que diferentes personalidades de la Iglesia católica analizaron ‘Fratelli Tutti’.
Rogelio Cabrera López, presidente de la CEM y arzobispo de Monterrey, calificó a ‘Fratelli Tutti’ como una encíclica bella porque es teológica, social y programática.
Para el Presidente de la CEM, con esta encíclica, “el Papa nos invita a soñar, a crear, pero también a organizarnos, a darnos la mano, a poner en obra todo lo que el Señor nos pide, como el samaritano”.
En un foro organizado días después en torno a la encíclica, la Iglesia en México estableció 5 desafíos emergentes a la luz de ‘Fratelli Tutti’.
Rogelio Cabrera López y Alfonso G. Miranda Guardiola, presidente y secretario general de la CEM, respectivamente, destacaron, entre esos desafíos “la necesidad de contar con una economía integrada en un proyecto político, social, cultural y popular que busque el bien común”.
A finales de octubre, luego de darse a conocer la noticia, la Iglesia en México expresó su regocijo: “Con gran alegría hemos acogido hoy dentro del Episcopado Mexicano y en el pueblo de Dios que peregrina en México, el anuncio del Santo Padre Francisco, hecho después del rezo del Ángelus”.
A través de un comunicado firmado por el presidente del organismo, el arzobispo Rogelio Cabrera López, el Episcopado Mexicano señaló: “Oramos al Señor y a Santa María de Guadalupe, para que derramen abundantes bendiciones sobre monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, y siga haciendo muy fecundo su ministerio para bien de toda la Iglesia”.
El 31 de octubre falleció Arturo Lona Reyes, obispo emérito de Tehuantepec, quien fuera conocido como el “obispo de los pobres” por su labor en favor de las comunidades indígenas en Oaxaca.
La diócesis no confirmó que la causa de su fallecimiento se debiera al Covid-19; sin embargo, de acuerdo con medios de comunicación el obispo ingresó al nosocomio por un malestar en la columna que eventualmente se complicó; durante su estancia en el hospital trascendió que salió positivo a Covid-19, y su estado de salud se agravó.
Más adelante, el 14 de diciembre, falleció el obispo de Aguascalientes, José María de la Torre Martín de (68 años); de igual modo, su diócesis no confirmó si fue como consecuencia del Covid-19 pero medios locales afirmaban que sí se debió al virus.
A la fecha diez obispos mexicanos han contraído Covid-19, siete de los cuales lo han superado: dos arzobispos: Domingo Díaz Martínez, de Tulancingo (72 años) y Faustino Armendáriz Jiménez, de Durango (65 años).
Así como cinco obispos: Salvador Rangel Mendoza, de Chilpancingo-Chilapa (74 años); Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, de Cancún-Chetumal (70 años); Sigifredo Noriega Barceló, de Zacatecas (68 años); José Raúl Vera López, de Saltillo (75 años), y José Guadalupe Torres Campos, de Ciudad Juárez (60).
Actualmente, el obispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón; el auxiliar de México, Francisco Daniel Rivera Sánchez y el obispo de Tampico, José Armando Álvarez Cano, sufren la enfermedad.
Del 9 al 13 de noviembre, la CEM celebró su CIX Asamblea Plenaria en un formato totalmente virtual. Cada obispo se conectó desde sus espacios de trabajo en sus diócesis.
Participaron, además de los obispos, secretarios ejecutivos de las comisiones episcopales y religiosas, para ofrecer respuestas pastorales concretas, a la luz de la encíclica del papa Francisco ‘Fratelli Tutti’ y del Proyecto Global de Pastoral 2031+2033, que permitan enfrentar los graves desafíos que vive México.
En su tradicional mensaje al Pueblo de Dios con motivo de su 109 Asamblea Plenaria, los obispos de México llamaron a la esperanza en medio de una crisis generalizada, acentuada por la pandemia de Covid-19.
Tras señalar que después de varios meses de prueba, en los que parecía que había pasado lo más grave de la crisis y que el país volvía a una nueva realidad, lamentaron el aumento de contagios y muertes a causa del virus. La pandemia ha afectado todos los campos de la vida, añadieron.
Debido a la emergencia sanitaria a causa del Covid-19, el papa Francisco concedió una indulgencia plenaria a quien celebre a la Virgen de Guadalupe en su casa. Esto lo informó el arzobispo de México, cardenal Carlos Aguiar Retes, sucesor de fray Juan de Zumárraga y custodio de la sagrada imagen.
El objetivo de esta medida fue evitar aglomeraciones durante las fiestas guadalupanas que cada año congregan a millones de personas entre el 9 y el 12 de diciembre en la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México.
El recinto mariano permaneció cerrado del 10 al 13 de diciembre, lo que evitó que llegaran millones de peregrinos procedentes de diferentes estados del país.
El 21 de diciembre, la Arquidiócesis de Morelia recibió la noticia de que el papa Francisco aprobó el decreto por el cual el español don Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán, es venerable, luego de reconocérsele sus virtudes en grado heroico.
Ahora que don Vasco de Quiroga es oficialmente venerable, deberá ocurrir un milagro por intercesión de don Vasco de Quiroga para que sea beatificado, y uno más para su canonización.