El Presidente de Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), el Pastor Rubén Proietti, se refirió a la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, recientemente aprobada.
En primer lugar, aseguró que la organización hizo todo el esfuerzo para evitar que los diputados y senadores, elegidos por voto popular, no legalicen la muerte.
Además, aprovechó para criticar la designación de los legisladores en ‘listas sábanas’, método que consideró arcaico, pero que le conviene a la clase política. “Los elegidos que votan, en su inmensa mayoría están lejos de los principios y valores que vivimos y predicamos y que nos esforzamos por defender”, aseguró.
Expresó que lo doloroso del tema es que a pesar de estar en un país donde la inmensa mayoría no aprueba el aborto, el juego político hace que jueguen otro partido: el de los puestos, las conveniencias, de las presiones y las ideologías partidarias que desnaturalizan el verdadero tema en discusión.
Cuando está todo sellado de antemano, “los discursos son para la fachada democrática. Pero de ninguna manera para darle lugar a la razón y menos para representar el sentir popular”, enfatizó el pastor.
“Estamos en un laberinto peligroso”, expresó Proietti, y agregó que “para jugar a este juego “democrático” la única salida es tener legisladores que sean fieles a aquellos principios y valores de vida e integridad…”. Reconoció que el poder legislativo está constituido de tal manera que “nos resulta imposible elegir a los legisladores que tengan convicciones éticas y morales”.
El titular de ACIERA destacó que, según algunas encuestas serias, el 80% manifestó creer en Dios, aunque a Dios no se lo tiene en cuenta. Y si Dios no está en la vida pública, “somos los encargados de llevar la vida de Cristo a esos ámbitos, pero no lo hemos hecho bien, y en tal sentido tendremos que cambiar, para ser luz, sal e influencia del Reino en todas aquellas esferas.”.
Asimismo, admitió que no todos los legisladores comparten principios y valores. Pero nos toca ver a algunos que dicen identificarse con esos valores y votar por distintas razones leyes contrarias a lo que dicen creer y ser… “eso es grave”, afirmó.
Luego, se refirió particularmente al presidente Alberto Fernández: “Y si no, miren al Presidente, cuya palabra hace tiempo ya, perdió todo peso. Decir que como católico, para él, el aborto no es pecado… o cuando ofende a la mayoría de los argentinos diciendo que es hipócrita por oponerse o no reconocer el aborto…”.
Reconociendo el esfuerzo hecho por las iglesias, pidió no dramatizar el resultado de la ley porque no se trató de convicciones, ni creencias o principios. sino de un juego político en el cual los que gobiernan desoyen y avasallan la Constitución, no valoran la vida y legislan la cultura de la muerte. “Es una cadena antivida que supera con creces los estragos del COVID”, aseveró Proietti.
Animó a los evangélicos a continuar con el camino de la prédica del evangelio, que no depende de las leyes de turno. ”Debemos prepararnos más. Comprometernos más. Y participar más, para alcanzar más influencia de vida en nuestra comunidad”.
También trazó un camino: “Como la levadura, debemos mezclarnos en medio de la sociedad para transformarla. Siendo luz, iluminar los destinos de la sociedad; siendo sal, combatir los estragos de la corrupción, y reconciliando todo con Jesús”.
Finalmente, pidió: “No bajemos los brazos, renovemos nuestras fuerzas en el Poder Dios (Efe. 6:10), para continuar extendiendo el bendito evangelio y luchar esforzadamente en favor de la vida…”.