En su primer mensaje de 2021, los obispos de brasileños han advertido sobre la grave situación del país por la emergencia sanitaria del coronavirus, que a la fecha ha cobrado la vida de 200.000 personas, por ello han hecho un llamado a todos los sectores a unir esfuerzos.
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“Para erradicar el Covid-19 es esencial caminar juntos, solidariamente y sin exclusiones”, porque “es necesario reconocer que el virus no respeta fronteras, clases sociales o cualquier tipo de diferencias que propician discriminaciones”, han señalado.
Son historias, no cifras oficiales
Además han pedido mirar la pandemia desde las historias de cada familia, porque las personas fallecidas “no pueden pasar a engrosar las estadísticas oficiales”, sino que “son vidas interrumpidas por una amenaza rápida, peligrosa e invisible, pero muy real”.
“No podemos rendirnos a la indiferencia, negación o a la tentación de aglomerarnos, permitiendo el contagio y, por ende, convertirnos en vectores de infección, sufrimiento y muerte de otras personas. Evitemos que la apatía o la desinformación nos lleven a conductas irresponsables”, han pedido.
Acelerar la vacunación
En cuanto a la vacuna, han pedido que sea para todos “un servicio social, no individual” para alcanzar las metas propuestas por los epidemiólogos, incluso “es una cuestión de responsabilidad establecer lo más rápido un esquema de vacunación”.
En definitiva “la sociedad brasileña exige unión y acción de los gobernantes, en los diferentes niveles de poder, guiados por la ciencia y recomendaciones de los epidemiólogos, para iniciar la vacunación lo más pronto, porque cada día se pierden más vidas y se agravan los impactos socioeconómicos”.
En todo este proceso “justicia, solidaridad e inclusión son los principales criterios a seguir para enfrentar la pandemia”, por lo que “la Iglesia asume el compromiso de aportar como fuerza educativa y solidaria rumbo a un nuevo estilo de vida”.
Foto: CNBB