El obispo de Almería niega que el nombramiento de un coadjutor obedezca a su gestión económica

Apenas han pasado unas horas desde que la Santa Sede nombrase a Antonio Gómez Cantero obispo coadjutor de Almería. Sin embargo, las reacciones a este movimiento del Vaticano y los rumores que relacionan esta decisión con una supuesta preocupación de la Conferencia Episcopal sobre la situación económica de la Diócesis no se han hecho esperar.



“La Conferencia Episcopal no tiene competencias en este campo”, aclaraba el actual obispo de Almería, Adolfo González Montes, según recoge el Ideal, durante la rueda de prensa en la que se comunicó, ayer viernes 8 de enero, la decisión de la Santa Sede. “Nuestra Diócesis está al día. Hasta ahora, estamos cumpliendo”, insistió el prelado.

De hecho, apuntó que algunas Diócesis han tenido que pedir a sus sacerdotes “que renunciaran a algo” o han dejado de “pagar las ‘extras’ de verano o Navidad”. Sin embargo, ha asegurado que “en Almería esto no sucede”, y ha animado a “presentar pruebas” de lo contrario a quien las tuviera. “Se han rumoreado cosas que están cogidas de aquella manera”, añadió.

Un obispo para la renovación

El que, hasta ayer era obispo de Teruel y Albarracín pasará a formar parte de la Diócesis de Almería cuando en pleno aterrizaje de su reforma diocesana, que ha implicado una reestructuración completa del funcionamiento de la diócesis aragonesa para hacer realidad la sinodalidad.

Nacido en Quijas (Cantabria), tras ser ordenado por sacerdote en 1981, se volcó en la pastoral infantil y juvenil. De hecho, durante tres años fue el consiliario internacional del MIDADEN (Acción Católica de Niños) en París. Actualmente es miembro de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales desde marzo de 2020 y Consiliario de la Acción Católica Española desde octubre de 2018.

Noticias relacionadas
Compartir