Pilar Eyre: “Si Doña Sofía no se hubiera casado, habría sido monja”

Estos días se publica la cuarta edición del ensayo novelado de Pilar Eyre, ‘Yo, el Rey’ (La Esfera de los Libros). En sus páginas deja entrever un monarca que luchó contra viento y marea por levantar la monarquía de su país, esa que él mismo está haciendo tambalear en sus últimos años. Absolutamente riguroso y trufado de jugosas anécdotas, este volumen se postula como el libro definitivo para conocer la figura del gran artífice de la Transición en España.

• DOCUMENTO: Texto íntegro de la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco (PDF)
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PREGUNTA.- ¿Volverá el Rey emérito a Zarzuela?

RESPUESTA.- La Casa del Rey no da una buena comunicación, o no la adecuada, porque no saben qué hacer. Por tanto, cada periodista tiene sus fuentes y dice cosas distintas. Las mías me aseguran que no va a volver en mucho tiempo. Que fue una salida pactada entre Zarzuela y Moncloa. Incluso, hubo una reunión en Badajoz para ver si podía ir a Portugal y hablaron con otras monarquías europeas… pero todas pensaban que era complicado acogerlo. Por eso, se pensó en Abu Dabi, que es una monarquía absoluta, con mucho secretismo y el rey disfruta de intimidad.

P.- ¿Será su destino definitivo?

R.- Ignoro si se quedará donde está, porque no está tan mal como se dice. Aunque de cabeza va fenomenal, y lee todo lo que se publica, de salud está fastidiado y allí tiene una red hospitalaria buenísima. Además, está en una ‘suite’ maravillosa.

P.- ¿Echa de menos a su familia?

R.- ¡Pero si es ya una familia desestructurada!

P.- ¿Y qué pasa con Doña Sofía?

R.- Ella no irá a verle a ningún sitio, porque cuando estaba en España no se veían casi nunca. Ocupaban alas separadas en el palacio y hablaban a través de sus secretarios. La reina emérita, tras haber sufrido mucho, ha hecho callo; el dolor es menos y siente indiferencia. Se barajó el divorcio en varias ocasiones, pero ya no es necesario dar ese paso. Ella es una mujer muy discreta, vive muy aislada, tiene poco dominio del español… Los pocos que la conocen dicen que, si no se hubiera casado con Don Juan Carlos, hubiera sido monja, sin lugar a dudas. No en vano, nunca ha renegado de su fe ortodoxa. (…)