Junto cuando el papa Francisco se ha vacunado contra el coronavirus, este 13 de enero, el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, ha recibido la segunda vacuna completando el tratamiento inmunizador. Ha sido en el Hospital Saint Anthony de la ciudad estadounidense, según ha publicado él mismo en la red social Twitter. El prelado se ha mostrado agradecido por el cuidado recibido por los profesionales sanitarios.
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Invitación a la vacuna
“El desarrollo de estas vacunas ha sido una bendición y nos ofrece esperanza en estos tiempos oscuros”, señala el cardenal. “Deberíamos estar agradecidos a aquellos que las desarrollaron. Recomiendo encarecidamente a todos que se vacunen por su propia salud y seguridad, así como por el bien de los demás”, apunta señalando que el papa Francisco “anunció que recibirá la vacuna y compartió una guía moral muy clara sobre nuestra responsabilidad de ser vacunados”.
Cupich recuerda que para Francisco “recibir la vacuna no sólo es importante para proteger la propia salud, sino también para preservar el bien común, especialmente el de los más vulnerables”. El virus, apunta el cardenal “ha causado un inmenso temor y sufrimiento no sólo a quienes han contraído el COVID-19, sino también a las familias en duelo, agotadas por el dolor, a los que se sienten aislados, a los que se encuentran bajo una gran tensión financiera y a los que sufren la pérdida del empleo”.
Desde esta clave, prosigue el purpurado, “vacunarse también honra el sacrificio de los trabajadores esenciales, los trabajadores de primeros auxilios y los cuidadores que todos los días se ponen en peligro”. También que no se olvide el trabajo de los sacerdotes “que han atendido y enterrado a muchos de nuestros queridos muertos y han consolado a sus familias”. “Por favor, cuando esté disponible para ustedes, vacúnense y animen a sus familias y comunidades a hacerlo también. Continuemos manteniéndonos unidos en oración y apoyo”, concluye.
