Las reacciones a la sentencia del Tribunal Supremo hecha pública ayer, por la cual se ratifica que las obras de arte del monasterio de Sijena no volverán a Cataluña, no se han hecho esperar. Y es que, con esta decisión del Alto Tribunal, se desestiman los recursos de la Generalitat, el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) y el Consorci del Museo de Lleida contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Huesca, en la que se declaraba nula la venta de las 96 obras de arte.
- DOCUMENTO: Texto íntegro de la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco (PDF)
- LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Durante una rueda de prensa que ha tenido lugar hoy, 15 de enero, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha manifestado, en declaraciones recogidas por Europa Press, que si el Museo de Lérida “al final” no devuelve las 111 piezas de las parroquias de la Diócesis de Barbastro-Monzón que aun tiene en su haber, el Gobierno autonómico, “que sabe cómo hacerlo, iría con sus medios a buscarlas y traerlas de vuelta al lugar del que no debieron salir”.
Junto a él ha comparecido ante los medios el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, después de una reunión para tratar sobre la devolución de estas obras de arte que se encuentran en el Museo de Lérida y que deben entregarse, según sentencia y orden de ejecución judicial, a la diócesis aragonesa.
“Era una decisión que esperábamos”
De hecho, el prelado ha recordado que las instituciones catalanas han presentaron su oposición a la ejecución provisional de la sentencia que les obliga a devolver esos bienes, ante lo que su diócesis ha planteado alegaciones, y ahora “es el juez quien tiene que ratificarse o no en esa primera decisión” de ejecución provisional, que quedó fijada con fecha límite del 15 de febrero.
El obispo ha señalado que está satisfecho “porque la justicia una vez más nos ha dado la razón”, pero “hay que ser cauto porque los bienes todavía no los tenemos” y, usando una metáfora deportiva, ha apuntado que hasta que el árbitro “no pita el final, todo es partido y el gol puede venir en cualquier momento”.
Por otra parte, también el consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci ha valorado positivamente la sentencia del Supremo. “Era una decisión que esperábamos”, ha afirmado. Asimismo, el presidente de Chunta Aragonesista (CHA), Joaquín Palacín, señalado que “esta resolución es un paso más para conseguir el retorno de los bienes aragoneses a los lugares de los que nunca debería haber salido”.
Palacín ha afirmado que confía en que, tras esta victoria judicial, lasobras de arte retenidas en el MNAC vuelvan pronto a la sala capitular del Monasterio de Sijena. “Hasta que eso ocurra, desde CHA seguiremos reclamando el cumplimiento de las resoluciones judiciales para el retorno del patrimonio artístico expoliado”, ha asegurado.
Descontento en la Generalitat
Sin embargo, del otro lado, la Conselleria de Cultura de la Generalitat considera que esta sentencia supone un “grave precedente”. Así lo ha afirmado en un comunicado, donde apunta, además, que se está analizando jurídicamente la sentencia, dada la “preocupación que genera este caso en el mundo del arte por el grave precedente que supone, a partir de cual se puede provocar un alud de reclamaciones similares en todo el mundo, desestabilizando todo el mapa museístico”.
Sin embargo, el abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, Jorge Español, considera que “este pleito es, jurídicamente, el más importante en la historia de Aragón y en la de Cataluña”. “No hay un pleito de tal envergadura tanto por los altos tribunales que han intervenido en todo este largo litigio, como por la dimensión mediática del asunto”, ha remarcado en un comunicado donde afirma, además, que con su decisión el Supremo “desmantela la operación secreta” diseñada por la priora de Valldoreix y la Generalitat catalana “para intentar hacerse con estos bienes, poniendo de relieve que la priora del Monasterio de Valldoreix no tenía facultad alguna para vender los bienes del Real Monasterio de Sijena, dado que era otro convento distinto”.
Por este motivo, se trata de una venta nula y, por ello, se ha aplicado “el deber de reintegrar esos bienes al citado monasterio aragonés, pues, así lo han pactado el Estado español y la Iglesia católica en su deseo de que estos bienes regresen a sus lugares originarios”.
