La Comunidad de Madrid ha abierto una investigación en relación a la residencia de ancianos Valdesur, situada en la localidad de Valdemoro, al vacunar no solo a trabajadores y usuarios, grupo prioritario para la inmunización en esta primera fase de la campaña, sino también a familiares, sacerdotes y voluntarios. La residencia ya ha asumido “la responsabilidad de lo ocurrido” y asegura que se tomó la decisión para “aprovechar” las dosis sobrantes.
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Según ha confirmado Vida Nueva, dos presbíteros habrían recibido la primera dosis de Pfizer en Valdesur. Por un lado, el capellán de la residencia, un religioso paúl de la Diócesis de Getafe. Por otro, un sacerdote de la Archidiócesis de Madrid con vínculos familiares en el centro. Pero, ¿deben estar los capellanes de hospitales y residencias en la lista preferente de vacunación?
“Están y van a estar a todos los efectos”, sostiene José Ramón Amor Pan, coordinador del Observatorio de Bioética y Ciencia de la Fundación Pablo VI, que sí considera relevante distinguir entre aquella persona, laico u ordenado, que está reconocido como capellán de quien se deja caer de vez en cuando por un centro de visita.
Personal del hospital
“Si el cura va como un voluntario más, no entra dentro del cupo, pero si está reconocido de forma estable, aunque no haya contrato, porque no suele haberlo, pero tiene un respaldo canónico y envío episcopal, a todos los efectos es un trabajador del centro”, sentencia.
El propio Ramón Pan, vocal del Comité de Ética Asistencial del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña y de la Comisión Gallega de Bioética, confía en vacunarse los próximos días dado que en Galicia ya ha arrancado la inmunización al personal médico: “Desde el punto de vista ético, está clarísimo: somos trabajadores, estamos en contado directo con los enfermos, incluso acompañándoles en las unidades Covid dando, si es necesario, la santa unción. ¿Cómo no se nos va a poner la vacuna?”.
Es más, detalla cómo “sin ser personal del Servicio Gallego de Salud, sí somos personal del hospital a todos los efectos, con mi número de identificación, mi bata y una acreditación que pone ‘servicio religioso’”.