En el calendario de la Curia Romana la primera semana de Cuaresma está reservada para la realización de Ejercicios Espirituales. Una experiencia que, durante el pontificado de Francisco, se ha realizado en una casa de los paulinos en la localidad romana de Ariccia. El año pasado una gripe impidió ir hasta allí al Pontífice y este año la pandemia obliga a modificar la logística.
La Oficina de Prensa del Vaticano anunció este miércoles, 20 de enero, que debido a “la persistencia de la actual emergencia sanitaria, este año no será posible realizar los Ejercicios Espirituales de la Curia Romana en la Casa Divino Maestro de Ariccia”. Ante esta eventualidad, precisa la nota, el papa Francisco ha “invitado a los Cardenales residentes en Roma, a los jefes de los Dicasterios y a los Superiores de la Curia Romana a hacer provisión personal, retirándose en oración, desde la tarde del domingo 21 al viernes 26 de febrero”.
Como es habitual, recuerda el comunicado vaticano, durante ese tiempo “todos los compromisos del Santo Padre serán suspendidos, incluyendo la Audiencia General del miércoles 24 de febrero”. Será así el segundo año de confinamiento cuaresmal de Bergoglio.