“La comunidad internacional debe urgir a Israel sobre su responsabilidad moral, legal y humanitaria de hacer que las vacunas contra el Covid-19 sean accesibles para los palestinos en Cisjordania y Gaza”. Así de contundentes se muestra la Coordinadora de obispos para Tierra Santa, que se han reunido de forma virtual del 16 al 20 de enero debido a las restricciones por la pandemia.
En su mensaje final, los 15 obispos participantes –entre los que se encuentra Joan Enric Vives como representante de la Conferencia Episcopal Española– señalan que “los desafíos para la salud del Covid-19, que siente el mundo entero, se ven agravados por el conflicto, la ocupación y el bloqueo”. Y es que “la falta de progreso político, junto con la implacable expansión de los asentamientos ilegales y el impacto de las leyes del Estado-Nación de Israel continúan erosionando cualquier esperanza de una solución pacífica con dos estados”.
Los obispos renuevan su apoyo a “nuestras hermanas y hermanos en la tierra de Cristo”. “Durante esta semana pasada, hemos tenido el privilegio y nos ha emocionado escuchar a los cristianos de Cisjordania, Gaza e Israel sobre su misión, resiliencia y testimonio en estas circunstancias sin precedentes”, recuerdan.
A través del diálogo mantenido, entre otros con el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, nuevo patriarca Latino de Jerusalén, y el nuncio apostólico de Israel y Chipre, el arzobispo Leopoldo Girelli, “ha quedado dolorosamente claro que hoy se dan menos motivos para la esperanza que en cualquier otro momento de la historia reciente”. “La ausencia de peregrinos ha agravado las dificultades económicas generalizadas, ha incrementado el desempleo y ha empujado a muchas más familias a la pobreza”, han agregado, al tiempo que remarcan que “ahora es un momento crítico para que todos fortalezcamos nuestra solidaridad con las personas que viven en Tierra Santa”.
Los prelados vuelven a pedir una vez que “los dirigentes israelíes y palestinos se comprometan nuevamente con las negociaciones directas”. Y han hecho un llamamiento urgente a “nuestros gobiernos para que renueven su participación activa en la búsqueda de una paz justa, apoyando las negociaciones directas entre todas las partes, defendiendo el derecho internacional y reafirmando la pluralidad de Jerusalén, dada su importancia única para judíos, cristianos y musulmanes”.
Aunque el mundo continúa afrontando graves dificultades en medio de la pandemia, “tenemos la profunda responsabilidad de apoyar a nuestros hermanos cristianos en Tierra Santa. Las escuelas católicas, las clínicas, los hospitales y otros proyectos sociales, incluido el trabajo de Cáritas, aunque se encuentran bajo una fuerte presión, son modelos de caridad, justicia y paz. Estas instituciones cristianas son vitales para unir a personas de diferentes orígenes para servir al bien común de todos”, indican.
Para los prelados, “la comunidad cristiana, aunque pequeña, es un importante garante de la cohesión social y portadora de esperanza para un futuro mejor. Esperamos con impaciencia el momento en que los cristianos de todo el mundo puedan volver a realizar peregrinaciones a Tierra Santa para testimoniar y apoyarlo de primera mano”. “Hasta ese momento, animamos a nuestras comunidades a ofrecer toda la asistencia que sea posible y a tener presente a todas las personas de la región en nuestras oraciones”, concluyen.