Para Rafa Nadal, el deportista español más laureado de la historia, “ser buen deportista es un objetivo que he tenido bien claro desde pequeñito, pero mucho más ser amigo de mis amigos y aportar a la sociedad lo mejor de mí”. Así lo ha compartido esta mañana, al recibir el premio CEU Ángel Herrera en su categoría de ‘Ética y valores’. El tenista ha agradecido el galardón en una ceremonia virtual presentada por el periodista Ángel Expósito. Promovidos por la Fundación Universitaria San Pablo CEU, estos premios que han cumplido su XXIV edición, reconocen anualmente la labor de personas, instituciones y empresas que han destacado por su contribución a la promoción del bien común.
“Cuando me preguntan cómo quieres ser recordado, siempre digo: como buena persona”, aseguró Nadal desde el Open de Australia, que no dudó en desvelar cuáles son las claves para ser el número uno. “No soy el mejor”, señaló con modestia para apuntar los valores que le guían: “Esfuerzo, respeto a los demás, compañerismo, humildad y ambición sana que uno tiene que tener para conseguir los objetivos que se propone”.
“Ojalá los valores que transmito, sean positivos y puedan ser un ejemplo para los jóvenes”, deseó el tenista, que compartió galardón con la Congregación de las Hermanitas de los Pobres a las que alabó porque “hacen una labor importante para la sociedad, y más en estos tiempos difíciles”. En nombre de las religiosas, sor Pilar, la superiora del Centro Madrid-San José de las Hermanitas de los Pobres, reivindicó que “a los ancianos los tenemos que cuidar hasta el fin de sus días, más en estos tiempos de pandemia en los que han sufrido la soledad de sus familias”. “Estamos sufriendo mucho, porque nosotras les acompañamos personalmente a todas sus consultas y al hospitales, y debido al coronavirus no hemos podido estar junto a ellos”, lamentó.
En el ámbito eclesial, también se premió a Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, en la categoría ‘Difusión de la Cultura Católica’ que compartió con la Fundación Las Edades del Hombre. Para el recién creado cardenal por el Papa Francisco, que ha alentado los ejercicios espirituales de los tres últimos pontífices, “hay que redescubrir las raíces cristianas de nuestro continente”. “No lo hacemos con espíritu polémico y contraposición, sino porque estamos convencidos de que el Evangelio de Jesús ofrece las garantías más fuertes para una sociedad justa y pacificada, añadió.
En nombre de Las Edades del Hombre, el presidente de la entidad y obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, destacó que “nadie se puede perder las exposiciones, porque se perdería conocer nuestras raíces, que no es solo un atractivo artístico, sino que constituye el ADN de nuestros pueblos”. “Esta herencia no es un solo algo a explotar desde el punto de vista turístico, sino que es un factor de regeneración de la España vaciada, a la vez que es expresión de un diálogo fe-cultura”, apostilló.
La Fundación Universitaria San Pablo CEU también puso en valor la entrega del Hogar Nazaret, un centro de menores en la Amazonía peruana, promovido por el padre Ignacio María Doñoro. Reconocido en la categoría de ‘Solidaridad’, el sacerdote explicó que “nuestros niños son unos campeones de la resiliencia, son los preferidos de Jesús”.
Entre las categorías de estos galardones, la fundación también busca reconocer a los alumnos y ex alumnos que están dejando huella en la sociedad. En esta edición, se premió a Alberto Cabanes, creador de la startup social ‘Adopta un abuelo’ para luchar contra la soledad de los mayores. También, se valoró la entrega de Sandra García-Sanjuan al frente de Grupo Starlite, conocido por la organización de festivales y galas solidarias. Además, la entidad educativa dependiente de la Asociación Católica de Propagandistas también premió a la periodista de ‘El Mundo’, Olga Rodríguez Sanmartín, a Telefónica y a Linkedln.
El presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, aplaudió la entrega de los galardonados por “una labor muchas veces discreta, pero enormemente eficaz y que queremos reconocer públicamente”. En esta línea, hizo hincapié en cómo unos y otros dedican su vida a “objetivos tan nobles como propagar el mensaje de Cristo, ofrecer una educación a los jóvenes desfavorecidos, acompañar a las personas mayores ofreciéndoles una vida digna hasta el final de sus días o buscar el diálogo, centrándonos en lo que nos une en lugar de lo que nos separa”.
Javier Tello Bellosillo, director general de CEU, destacó de los premiados que son “un ejemplo para formar el valores y virtudes a nuestros alumnos”. “Nos enseñáis a ser cada vez mejores personas”, añadió.