Vaticano

Francisco, un Papa de récords: su pontificado ya supera (en duración) al de Benedicto XVI





A las 20:00 h. (hora de Roma) del 28 de febrero de 2013 la Guardia Suiza hizo su última ronda mientras se cerraba la puerta del palacio apostólico de Castel Gandolfo. Se consumada la renuncia de Benedicto XVI como Papa, anunciada unas semanas atrás. Desde ese momento, dijo a los fieles reunidos en esta pequeña población italiana, el papa emérito solamente sería un “simple peregrino que inicia el último tramo de su viaje en esta tierra”. Se acababa un pontificado que este viernes, 22 de enero, el papa Francisco ha superado –al menos temporalmente–.



El ‘efecto Francisco’

La web de Il sismografo ha hecho los cálculos y el pontificado de Joseph Ratzinger duró 7 años, 10 meses y 9 días. Unos días después, el 13 de marzo de 2013, Bergoglio se asoma por primera vez al balcón de la basílica de San Pedro como Francisco. desde entonces han pasado 2.872 días, el mismo tiempo que el papa alemán estuvo en la cátedra de san Pedro. Pero, ¿en qué más ha superado el papa Francisco el pontificado de Benedicto XVI?

Los records del llamado ‘efecto Francisco’ llegaron desde el primer momento. Bergoglio atrajo al triple de fieles al Vaticano en 10 meses de pontificado que su predecesor Benedicto XVI durante todo un año. Los datos de 2013 hablan de 6,6 millones de fieles en los actos en el Vaticano, unos 20.000 más que el promedio de Juan Pablo II en su primera época.

El récord de fieles en una celebración papal fue en la misa de Francisco presidida en Manila donde se calcula que entre 6 y 7 millones en 2015 a pesar de la lluvia. Una celebración que superó incluso la de Juan Pablo II con 5 millones en plena Jornada Mundial de la Juventud en la misma capital filipina. Llegada la pandemia podemos decir que los récords han ido por otro lado. Francisco ha celebrado una bendición Urbi et Orbi especial con la plaza vacía o se ha visto obligado a celebrar la Semana Santa en el aforo más limitado posible.

Visita a las periferias

Los viajes nacionales e internacionales de los pontífices son también un medidor de récords y oportunidades históricas. Las biografías retratan a Francisco llamando a una agencia de viajes para sacar un billete para ir a la isla italiana de Lampedusa. Fue el primer viaje el 8 de julio de 2013, algo inédito en un pontífice. Allí rezó por los migrantes que han perdido la vida en el Mediterráneo y lazó una corona de flores al mar. Algo similar se viviría después en la isla de Lesbos.

Un primer viaje que ha marcado tendencia en la novedad de visitar las periferias del mundo. Lugares de minoría cristiana han estado en la agenda papal como prioridad: Corea del Sur, Albania, Turquía, Sri Lanka, Bosnia y Herzagovina, Kenia, República Centroafricana, Uganda, Armenia, Georgia, Azerbayán, los países bálticos, Suecia, Egipto, Bangladesh, Myanmar, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Macedonia del Norte, Bulgaria, Mozambique, Madagascar, Mauricio, Tailandia, Japón… son algunos de esos destinos periféricos que han dejado huella en el pasaporte argentino del pontífice.

Hospitales de campaña

Francisco ha aportado su novedad en muchos detalles cotidianos. Desde la vida en la Casa Santa Marta en lugar de en el Palacio Apostólico, Francisco ha simplificado las insignias pontificales que emplea en las audiencias y sus aportaciones a la estructura del Estado Ciudad del Vaticano van en clave de visibilizar la misericordia de Dios. Francisco ha impulsado que en torno a la columnata de Bernini se abran ducha, una peluquería o incluso un ambulatorio para los sin techo.

En su visión de la Iglesia como hospital de campaña ha potenciado un Año de la Misericordia cuya puerta ha ido más allá de la basílica papal del San Pedro. Ha promovido cambios en el Catecismo al abolir la pena de muerte o en problemáticas de la pastoral familiar convocando dos sínodos al respecto. También ha puesto en el mapa situaciones invisibilizadas como las de los refugiados rohingyas, las tensiones de Sudán del Sur, la atención a las víctimas de abusos –incluso invitándolas a su casa–…

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