El jesuita Stan Swamy, de 83 años y enfermo de Parkinson, lleva encarcelado en la India desde el pasado 8 de octubre, cumpliéndose ya 100 días desde su arresto. Referente en la defensa de las minorías del país asiático, fue detenido en su residencia en Ranchi tras ser acusado por la policía de tener “vínculos con grupos extremistas maoístas y naxalitas”. Aunque resulta significativo que, junto a él, ese día fueran detenidas 16 personas, en su mayoría, abogados y escritores comprometidos en la defensa de los derechos humanos.
Lo que ha llevado a la Compañía de Jesús (empezando por el prepósito general, Arturo Sosa) a denunciar internacionalmente que la Administración india lleva a cabo una oleada represora de los defensores de las minorías. En el caso de Swamy, se le perseguiría por su impulso de Bagaicha, un centro de acción social dirigido por los jesuitas y en el que, tras fundarlo, ha trabajado los últimos 15 años, siendo su motor la defensa y protección de los derechos de los adivasis indígenas.
De hecho, el jesuita ya fue detenido en 2018 y 2019, mientras apoyaba la protesta pacífica y no cesaba en su empeño de señalar que los adivasis padecen métodos represivos por parte del Estado y la policía, viendo cómo les roban sus tierras sin el debido proceso legal de consulta. También han documentado numerosos casos de adivasis encarcelados injustamente.
Dos días antes de su arresto, Swamy grabó un vídeo en el que denunciaba sin ambages la realidad local: “Lo que me está sucediendo no es algo que me pase a mí solo. Es un proceso más amplio que está teniendo lugar en todo el país. Prominentes intelectuales, abogados, escritores, poetas, activistas, estudiantes y líderes son encarcelados por expresar su disentimiento o por plantear preguntas sobre los poderes dominantes de la India. En cierto modo, estoy feliz de ser parte de este proceso. No soy un espectador silencioso, sino parte del juego, y estoy dispuesto a pagar el precio, sea cual sea”.
Agradecido por las muestras de apoyo recibidas desde su detención, a nivel nacional e internacional, estos días se han difundido unos versos del propio Swamy desde la cárcel: “Que el nuevo despertar / encienda una nueva llama / en nuestros corazones. / Que la nueva llama / nos ayude a discernir la verdad / de la falsedad / y aferrarnos a la verdad. / Que la verdad nos envalentone / para decir la verdad al poder / y a prepararnos para pagar el precio”.