La foto en Instagram llama la atención y arranca una sonrisa. Una monja sostiene un pequeño cocodrilo en sus brazos y comenta: “Cuando respondes a la llamada de Jesucristo nunca sabes lo que puede pasar. Pensé que encontrar la vocación y seguir a Dios era aburrido, estaba equivocada. Se parece más bien a subir en una montaña rusa”.
Allison es novicia de las Hermanas Paulinas y en su biografía de Instagram indica los lugares donde encuentra a Dios: en la música rock, en los videojuegos, en la ciencia ficción o en los cómics japoneses. Resume así la misión de sus hermanas en el hashtag #MediaNuns. Son religiosas mediáticas: usan la web para evangelizar y llevar así el mensaje especialmente a los más jóvenes haciendo un uso inteligente del lenguaje de los llamados influencers.
Las Media Nuns están presentes en Estados Unidos y Canadá, pero gracias a las redes sociales, no encuentran fronteras: Twitter, Instagram, YouTube e incluso la muy joven Tik Tok. Utilizan todos los recursos que proporcionan una inmediatez impresionante: stickers, selfis, memes, tuits, historias de Instagram, YouTube, conciertos, podcasts, webinars, gifs…
En las redes sociales, el registro es naturalmente el de la ironía. Bethany es fotografiada portando una gran estatua de Jesucristo con el comentario: “Ya que se nos pide llevarlo siempre con nosotros … ¡Yo lo hago, literalmente!”. Julia se come una carbonara en el refectorio con entusiasmo y un grupo de hermanas se toman un selfi durante el café.
Con el mismo espíritu que han dado a luz hace veinte años a un coro que actúa en Norteamérica con las localidades siempre agotadas, este año, a causa de la pandemia, por primera vez la actuación navideña fue virtual, una oportunidad para concretar el lema paulino, “Conecta con Dios en la era digital”.
Las Media Nuns saben usar el lenguaje de las redes sociales con frescura, incluidos los memes, los coloridos aforismos que invaden nuestras pantallas: “Reza más, preocúpate menos” o “¿Qué es la gracia? Pregunté a Dios y Él me respondió: todo pasa”, escribe Sistah-Tee-Letters usando rotuladores de colores y purpurina, como si fuera una niña en el colegio.
Las imágenes brillantes y juveniles van acompañadas de mensajes profundos: “Tú mereces la espera”, una reflexión sobre la utilidad de esperar el momento adecuado, o a la persona adecuada, o la oportunidad laboral adecuada. Es un pensamiento sobre esperar a que Jesús llegue a nuestras vidas: “Creo que Jesús vale la espera. Si algo o alguien tiene un valor tan grande, no nos conformemos con menos”.
No es una opción para estar al día, sino la puesta en práctica de los preceptos de Giacomo Alberione que fundó la Congregación de las Paulinas en 1915. “Hoy la prensa, el cine, la televisión y la radio son los medios más rápidos y eficaces para difundir el Evangelio. Quizás el futuro traiga medios aún mejores”, llegó a decir Alberione.
Las Media Nuns no solo llevan la Palabra de Dios al lenguaje contemporáneo, sino que a través del relato fotográfico de su vida disipan la vieja idea de que la vocación implica la renuncia a la sociabilidad, a la alegría con las amistades o al disfrute de la naturaleza. No tienen miedo de llevar máscaras de Carnaval o vestidos inspirados en la saga de Tolkien para integrarse mejor con la vida real de creyentes y de los no creyentes.
Una semana al año, cada una de las Media Nuns renuncia a la conexión. “Going offline!”, anuncian antes del retiro espiritual sin teléfono móvil y sin wifi. Una forma de recordar a todos que la vida real está en otra parte. “El otro día miré mis redes sociales y pensé que mi vida parece maravillosa a tenor de las fotos de Instagram”, escribe Bethany. “Pero no ves los días en que no subo nada. Días difíciles. Todos tenemos días. No estáis solos, no estoy sola”.