El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Alemana ha señalado en un comunicado que aunque “la libertad de una persona para vivir en cada fase de la vida según sus propias ideas es de importancia fundamental también desde un punto de vista cristiano”; sin embargo “esto no hace que el suicidio asistido sea una opción éticamente aceptable”.
La cuestión está candente en el país, ya que una sentencia de febrero de 2020 del Tribunal Constitucional Federal declaró la inconstitucionalidad de la ley que tipifica el suicidio asistido como delito. “Puede haber situaciones en la vida en las que las personas desarrollen deseos suicidas o incluso se sientan obligadas a cometer actos suicidas”, escriben los obispos sobre aquellas que “escapan a un juicio moral final desde el exterior”, ya que surgen “de los miedos, las perturbaciones y la desesperación en situaciones extremas y, por lo tanto, no pueden ser una expresión de autodeterminación”.
Frente a esto, según informa la agencia SIR, “los esfuerzos deben dirigirse a crear mejores oportunidades para un final de vida tolerable” como los cuidados paliativos o la ayuda profesional contra la depresión como alternativas para que “la vida conserve su dignidad incluso en la desesperación”. “Los médicos, las enfermeras y los trabajadores de las instituciones eclesiásticas y caritativas están comprometidos con la promoción de la vida según estos principios”, reivindican los prelados, por lo tanto “aplicar el suicidio asistido en estas instalaciones no sería compatible con la esencia de nuestro compromiso con la vida”, clarifican.