Con una declaración, titulada ‘Solidaridad con las voces que reclaman en Formosa’, la Confederación Argentina de Religiosas y Religiosas (CONFAR) acompaña a la comunidad provincial vulnerable, durante la pandemia
Con la excusa del cuidado y la prevención por la pandemia del Covid-19, se han ido conociendo algunas medidas autoritarias por parte de las autoridades. En este caso, la provincia de Formosa viene siendo un centro de atención por las denuncias realizadas por los afectados.
Ante este panorama, la vida religiosa nucleada en la Confar, dio a conocer una declaración en la que destaca, desde el inicio de la pandemia, su acompañamiento a las poblaciones vulnerables, “a través de la asistencia alimentaria, ayudando a organizar a las comunidades en la solidaridad, y también en muchos casos con una inserción directa en el sistema de salud”.
Los religiosos valoraron los esfuerzos que se han hecho y se siguen haciendo desde todas las gestiones gubernamentales (nacional, provincial y municipal), pero sostuvieron que no pueden callar “ante algunas situaciones que llaman poderosamente la atención por estar cercanas a un no respeto a los derechos humanos”.
La vida religiosa manifestó su preocupación ante las noticias de la “querida provincia de Formosa”, en la que las organizaciones sociales, cercanas las comunidades eclesiales católicas y cristianas, están advirtiendo sobre el uso de prácticas violentas contra la población.
“Como Junta Directiva Nacional de CONFAR (Conferencia argentina de religiosas y religiosos) sumamos nuestra voz a esas voces que están pidiendo sean revisadas dichas prácticas, y sean atendidos particularmente los derechos de los más vulnerables, con quienes deseamos solidarizarnos“, expresaron los consagrados.
De manera especial, puntualizaron su solidaridad con:
Asimismo, pidieron que los valores del sistema democrático: la dignidad, el respeto y la libertad, sean atendidos y custodiados. “Son tiempos para apostar por gestos de tolerancia e inclusión social”, aseveraron.
Finalmente, renovaron su compromiso de cercanía y acompañamiento frente a las diversas situaciones que este tiempo demanda, y de oración a Dios Padre y Madre “para que la paz social, la justicia y solidaridad sean nuestras compañeras de camino, construidas entre todos y todas”.