La primera caravana de migrantes hondureños de 2021 fue duramente repelida por la policía en la frontera con Guatemala, mientras que en Camargo, Tamaulipas en México, se perpetró una masacre en la que bandas criminales de traficantes asesinaron a 19 migrantes.
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Al respecto, Juan Luis Carbajal, responsable de Movilidad Humana de la Conferencia de Obispos de Guatemala, no duda en afirmar que este problema es de vieja data, el cual “la Iglesia católica ha venido acompañando desde hace 35 años en la región con los primeros desplazamientos forzosos a causa del conflicto interno de los años 80”.
“Desde entonces, hemos atendido en albergues, donde se da toda la asistencia humanitaria, comida, vestido, medicamento, asesoría jurídica, se ha informado también a través de las revistas de grupos radiales, el empoderamiento de líderes y lideresas en las comunidades para hablar del tema de las migraciones”, acota el sacerdote.
Problema multifactorial
Lo que está sucediendo “es una situación multifacética y nada fácil se pueden escapar muchos factores –afirma– por eso en las regiones de Centroamérica en los últimos 11 años se han vivido situaciones muy precarias en diferentes sentidos como la pobreza, la falta de oportunidades de trabajo, la corrupción, impunidad, crimen organizado, entre otros”.
“Estos factores se van entrelazando para tener lo que hoy tenemos una población que está cansada de lo mismo, que quiere vivir por sus medios, maneras dignas de vivir y de escapar de esas precariedades y modelos de violencias”, ha explicado.
Carbajal asegura que “la gente se está desesperando, no tiene trabajo y peor aún con los huracanes, en esta oportunidad con ETA e IOTA hubo mucho desplazamiento interno”, por esto “nos estamos preguntando quién o quiénes están convocando, quiénes ponen la fecha y hora para salir, si hay o no ganancias políticas en la región, si esto está abonando para fortalecer las políticas antimigratorias en la región”.
Llamado a los gobiernos
El cura pide a los gobiernos mayor articulación, porque “pareciera que hay una connivencia entre la estructura de gobierno con el crimen organizado como también por las intervenciones del extranjero que mete la mano para manipular asuntos políticos bajo sus intereses”.
“A los que gobiernan los inquiero ¿por qué quieren gobernar? ¿Para qué quieren subir al poder? ¿Con qué intención quieren estar en una presidencia de un país? ¿Para vivir bien y hacer vivir bien a sus gobernados? O es solo con el deseo de enriquecerse para hacer lo que quieran con una falta visible de ética y principios cívicos ¿Cuál es la intención?”.
Además ha recordado que la brutal represión , donde “encontramos fronteras humanas con garrote para no dejarles pasar, muchas veces incumpliendo incluso principios de las convenciones internacionales”, es producto de la falta de profesionalismo de las fuerzas públicas: “Sus funcionarios incumplen y responden sin conocimientos, pensando que esa es la solución”.
Foto: EFE
