La representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente), Dolores Barrientos Alemán, participó en la charla “Cambio climático, ¿la emergencia despreciada?”, organizada por Aurélien Guilabert, quien encabeza el colectivo “Activismo por la gente”
En el marco del Día Mundial de la Acción por la Reducción de las Emisiones de Gases Invernadero, el pasado 28 de enero, la ambientalista mexicana afirmó que, a casi un año del inicio de la pandemia, es necesario reconsiderar también lo que podemos hacer por el planeta para reducir el cambio climático.
Poner en práctica hoy mismo
Recordó que al ser tres los principales factores para nuestra supervivencia como especie y como seres (el aire limpio, el agua y el alimento saludable), las recomendaciones básicas que los ciudadanos puedan poner en práctica para contribuir a la lucha en contra el cambio climático, son las siguientes:
- Disminuir los viajes en avión, ya que esto provoca huellas de carbono; por lo que es necesario utilizar otros medios de transporte.
- Privilegiar el uso de energías renovables, por ejemplo, los páneles solares.
- Ser un consumidor responsable e inteligente para ahorrar dinero y así disminuir emisiones de carbono; como ejemplo señaló que, en vez de comprar un coche de seis cilindros que gasta mucha gasolina, comprar uno híbrido que, aunque de inicio cueste más dinero, contribuirá a la economía familiar y a reducir la contaminación.
- Preferir los alimentos propios de la región: “La alimentación es otra situación, pues al elegir productos importados, ello genera huella de carbono”, para que lleguen a nuestras manos.
- La ropa es otro elemento: “ya no compren tanta ropa, ni compren cosas no tan necesarias, y es que ese consumismo también está acabando el planeta“.
Dolores Barrientos concluyó que el consumismo -de viajes, de ropa, de alimentos, de materiales, de equipos eléctricos, etcétera- está acabando los recursos naturales que tiene el planeta, además del alto crecimiento de la población en ciertas zonas, sobre todo las más pobres, son las dos grandes causas de la degradación y de la crisis climática.