La elección tuvo lugar ayer, y hoy ha sido ratificada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida
Margaret Karram es la nueva presidenta del Movimiento de los Focolares. Su elección, para la que se requieren al menos dos tercios de los presentes, tuvo lugar ayer, 31 de enero, siendo ratificada hoy por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, tal como establecen los estatutos del Movimiento.
De esta manera, Karram, de 58 años y nacida en Haifa (Tierra Santa), liderará el Movimiento durante el próximo sexenio. El reglamento de la organización apunta que la presidenta siempre ha de ser mujer, para confirmar, así, el perfil “mariano y laical” de la misma, preservando “el proyecto que Dios tenía para ella al haber confiado su iniciación y desarrollo a una mujer”.
Karram es católica y graduada en judaísmo por la Universidad Hebrea de Los Ángeles (Estados Unidos), donde ha ocupado distintos puestos de responsabilidad dentro de los Focolares, al igual que en Jerusalén. En Israel ha formado parte de diversos movimientos por el fomento del diálogo interreligioso, como en la Asamblea de Católicos Ordinarios de Tierra Santa y la organización ICCI (Consejo Coordinador Interreligioso en Israel).
En 2013 recibió el premio ‘Mount Zion’ a la reconciliación junto a la investigadora judía Yisca Harani por su compromiso con el diálogo entre distintas culturas y credos. Asimismo, en 2016 recibió el Premio Internacional S. Rita por fomentar, con pequeñas acciones de la vida cotidiana, el diálogo entre cristianos, judíos, musulmanes, israelíes y palestinos.
Debido a la pandemia, la Asamblea General del Movimiento de los Focolares que ha elegido a Karram está teniendo lugar de forma totalmente virtual, y se prolongará hasta el próximo 7 de febrero. Esta es la tercera asamblea general que el Movimiento celebra tras la muerte de su fundadora, Chiara Lubich, y estaba prevista para comenzar a principios de septiembre, si bien tuvo que ser retrasada hasta el mes de enero. En ella participan 359 personas de todo el mundo, que aglutinan las diferentes culturas y generaciones de las que se nutre el Movimiento Focolar.