El cura ha dado positivo dentro del brote que ha afectado a otras 20 personas en el Obispado y la Casa Sacerdotal de Alicante
Francisco Martínez Noguera es sacerdote y ecónomo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, y ha dado positivo por Covid-19 después de negarse reiteradamente a usar la mascarilla desde que comenzó la pandemia, tal como ha informado El Periódico. De hecho, el cura no ha consentido ponérsela ni en la residencia sacerdotal – en la que viven unas 30 personas y donde ahora se encuentra confinado– ni en las reuniones con otros miembros de la Diócesis ni en la celebración de las misas.
Esta actitud del cura ha causado, durante estos meses, el malestar de sus feligreses, que incluso llegaron a denunciarle a la policía. Concretamente, los fieles de la parroquia de la Virgen del Camino (Orihuela) avisaron a la Policía Local durante una celebración dominical. Sin embargo, al llegar al lugar, los agentes no pudieron sancionarle debido a que la iglesia pertenece al término municipal de Callosa de Segura. Al abandonar el lugar, la patrulla trasladó el aviso a la Policía Local de Callosa que, sin embargo, estaba prestando un servicio urgente, por lo que no pudo enviar ninguna dotación para sancionar al sacerdote.
Martínez es uno de los contagiados por el brote de la tercera semana de enero en el Obispado y la Casa Sacerdotal de Alicante, en el que ha habido una veintena de positivos de diversa gravedad y a pesar de haber recibido la primera dosis de la vacuna el 8 de enero. De hecho, seis de los contagiados han tenido que ser hospitalizados, incluido el obispo emérito Rafael Palmero.
Sin ninguna patología previa incompatible con el uso de la mascarilla, su entorno próximo señala que la negativa del sacerdote a cumplir la normativa por “una mezcla de actitud prepotente y negacionismo de la pandemia”. Tanto es así que, al ser preguntado por otros sacerdotes por su rechazo a las medidas de protección, el cura tan solo “se limitaba a decir que no quería ponérsela sin querer entrar en más detalles”.