El lasallano Martín Digilio, en diálogo con la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), aseguró que vienen trabajando, desde hace tiempo, sobre la necesidad imperiosa de volver a las clases presenciales en este ciclo lectivo. “Queremos volver porque es imprescindible“, afirmó.
También explicó que, institucionalmente, se asociaron al reclamo de padres y comunidades educativas para “propiciar el regreso a la presencialidad”.
Destacó que quieren revertir el daño y retroceso que sufrieron los estudiantes durante el confinamiento por la pandemia del Covid-19. Afirmó que quienes más lo sufren son vulnerables, los empobrecidos, los menores, los discapacitados. “Todo esto hace más dramática la situación”.
Las críticas
Esta postura sobre la vuelta a las clases difiere de la posición de los gremios docentes que se oponen a la presencialidad. El religioso rechazó las críticas: “No somos necios, y decimos que no debe ser de cualquier modo y a cualquier precio. Muchas veces tenemos la impresión de que nos quieren poner adentro de la lógica: ‘todos lo mismo’, y me parece que hay que distinguir y discernir situaciones y posibilidades diferentes, atendiendo principalmente las situaciones de mayor vulnerabilidad”.
Asimismo, Digilio expresó que lo que viene da mucha incertidumbre y nos encontramos con vaivenes; en muchos casos, por la situación internacional, pero en otros, por la presión de los gremios, de los sectores políticos, que quieren hacer una encerrona para que nadie avance. “Es tiempo dar pasos hacia adelante, siguiendo el compromiso de la generación adulta, que es la responsable de dar respuestas educativas”, declaró.
Además afirmó que volver a tener un ciclo como el del 2020 es una locura, por la salud mental de los chicos y jóvenes. El lasallano subrayó: “Sin salud mental no hay salud”.
Situación económica compleja
El titular de FAERA confirmó la problemática económica que viven muchos de sus asociados por el atraso en el pago de las cuotas, más allá de la continuidad pedagógica virtual, y señaló: “la situación económica es compleja y hará que cierren algunos servicios educativos, pero desde nuestra perspectiva eso es lo menos grave”.
Digilio aseguró que la ayuda del gobierno (la asistencia de emergencia al trabajo y la producción: ATP) fue muy importante para garantizar los salarios docentes, pero también planteó la necesidad de un gran pacto educativo. Lamentó que no se convoque a las escuelas de gestión eclesial para las instancias de diálogos de todo el sector.
La posición institucional es “priorizar el derecho de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes; la salud de una generación que quedará marcada y estará lejos de lo que necesita el país para construir una sociedad con menos diferencias, distanciamientos y enemistades”, aseveró el hermano Martín.
