Hacen un llamado a los gobiernos de ambas naciones a respetar los tratados internacionales suscritos en materia de derechos humanos
Tras la reciente militarización de la frontera entre Perú y Ecuador, que según autoridades de ambas naciones han transigido para evitar la propagación del coronavirus, organizaciones eclesiales como Cáritas, Servicio Jesuita a Refugiados, hermanas Scalabrinanas, red Clamor, junto a un centenar de organizaciones sociales, han expresado su condena a esta medida.
“Alertamos que este tipo de medidas contravienen con los acuerdos y tratados internacionales suscritos por Ecuador y Perú en materia de Derechos Humanos, y ponen en riesgo a la población civil que se encuentra en condición de movilidad forzada y con necesidades de protección internacional”, han expresado.
Además han rechazado “la criminalización de las personas migrantes y con necesidad de protección internacional, como excusa de ambos gobiernos para frenar la propagación de la COVID – 19”, que por el contrario podría generar “una nueva crisis humanitaria en el contexto de la pandemia”.
“En ese sentido, instamos a las autoridades a adoptar disposiciones en respeto irrestricto a los derechos humanos de las personas que habitan y transitan las fronteras”, han exhortado, por tanto “convocamos a los Estados a buscar una solución integral a través de mecanismos eficientes y oportunos. En esta línea, destacamos la importancia de reforzar el propósito regional para la integración latinoamericana entre pueblos hermanos”.
De igual modo han pedido “a los Defensores del Pueblo de ambas naciones a asumir su rol de velar por el cumplimiento y garantía de los derechos de las personas, y a articular acciones en conjunto para prevenir una crisis humanitaria, con impactos en las poblaciones de acogida”.
Al respecto “hacemos un llamado a los organismos internacionales de derechos humanos a pronunciarse sobre esta situación” e “invocamos a dar cumplimiento a las normas constitucionales establecidas por Perú y Ecuador”.
Acotan: “Es necesario manifestar que las normas supremas de ambos países señalan que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas están subordinadas al orden constitucional establecido, y bajo ningún concepto estas últimas son deliberantes ni poseen competencia para ejercer control migratorio”.
Foto: AS Perú