La organización ha explicado que una mujer denunció los hechos, supuestamente ocurridos en 1973, en 2010
El suplemento ‘Christ & Welt’, del periódico alemán Zeit, ha publicado un artículo en el que describe la denuncia por agresión sexual por parte de Werenfried van Straaten, fundador de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), a una de las colaboradoras de la organización, que ha querido permanecer en el anonimato.
Ante esto, el presidente ejecutivo de ACN Internacional, Thomas Heine-Geldern, ha subrayado en un comunicado que la organización “está consternada por las graves acusaciones publicadas” en relación con el fundador de la organización caritativa. “Condenamos cualquier forma de conducta de la que se acusa al padre van Straaten en el artículo”, asevera. Del mismo modo, el presidente ha procedido a explicar los hechos, que comenzaron en 2010, cuando la mujer “presentó una acusación de agresión sexual contra el padre van Straaten –que falleció en 2003–, que supuestamente tuvo lugar en 1973”.
“El informe era verosímil”, reconoce, “aunque la cuestión de culpabilidad ya no pudiera aclararse debido a la muerte del padre van Straaten”. Ante esto, “los responsables siguieron la política recomendada a nivel eclesial en Alemania en cuanto al procedimiento de casos de abusos”. Por ello, se concedió a la afectada una “ayuda económica de 16.000 euros en compensación por su sufrimiento”.
Por otra parte, los responsables de ACN “informaron inmediatamente a las autoridades eclesiásticas correspondientes”, ya que “la iniciación de un procedimiento de carácter judicial, que se había planteado desde el principio, resultó imposible, pues el acusado ya había fallecido”. Asimismo, Heine-Geldern ha recalcado que, hasta el momento, “no se tiene constancia de otras denuncias de violencia sexual contra el padre van Straaten”.
“En 2011, Ayuda a la Iglesia Necesitada fue restablecida como Fundación Pontificia” y, con ello, “se renovaron todas las áreas de la organización y se introdujeron nuevas estructuras de gestión y control”. De esta manera, “las directrices de salvaguardia para la prevención de abusos sexuales se consolidaron como principio organizativo en un proceso de varios años y se establecieron como criterio en los proyectos de la Iglesia mundial”.
“La misión de ACN”, recuerda, “sigue siendo el servicio a los cristianos perseguidos y que sufren necesidad. Esta labor sólo puede llevarse a cabo gracias a la confianza que depositan los numerosos benefactores de todos los continentes”. Asimismo, asegura que “ACN hará todo lo posible para no defraudar en el futuro la confianza establecida por sus benefactores, con el fin de continuar su servicio a los cristianos de todo el mundo”.