El pasado 3 de febrero, Mario Draghi era convocado por el presidente de la República, Sergio Mattarella, para encargarle que formara un nuevo Gobierno en Italia. Ese mismo día las monjas clarisas del monasterio de Santa Lucia de Città della Pieve, una localidad de la región de Umbria donde el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) tiene una casa, recordaron en la misa a su vecino más influyente. Tras jurar el cargo como primer ministro este sábado, Draghi someterá al nuevo Ejecutivo este miércoles a la moción de investidura en el Parlamento, cuyo resultado positivo se da por seguro debido a la amplia coalición de partidos que lo sostiene.
“Hicimos una petición particular por él. Sabíamos que tenía una cita importante con el jefe del Estado, Mattarella, así que lo recordamos en la misa”, comentó la vicaria del monasterio, Barbara Agnese, a la agencia Ansa. La religiosa destacó la estrecha relación de las clarisas con el nuevo primer ministro italiano, que es un católico practicante. Draghi se educó en el Instituto Massimiliano Massimo de Roma, un exclusivo colegio de la Compañía de Jesús en el que tuvo como compañero a Luca Cordero de Montezemolo, expresidente de Ferrari, entre otros personajes célebres de la sociedad italiana.
“Cuando reside en Città della Pieve a menudo viene a rezar en la iglesia que hay al lado del monasterio”, contó Agnese, que se mostró confiada en que “pueda hacerlo bien” como jefe de Gobierno. El expresidente del BCE cuenta igualmente con la ‘bendición’ de Augusto Panzanelli, párroco de la iglesia Santi Donato e Biagio de la localidad umbra. “Nunca se hace notar. Se pone en un lugar apartado del templo. Viene a menudo a la misa de las 18 horas o va por la mañana a la de las monjas, bastante temprano, a las 7:30”, comentó en Rai Radio 1 el sacerdote, que calificó de “buen católico” al hombre que salvó al euro cuando estaba al frente del BCE.
“Un católico serio”
“Es muy reservado y humilde. Se pone en la fila cuando va a hacer la compra en el supermercado. Es muy respetuoso”, explicó Panzanelli, destacando el “honor” que sienten los vecinos de Città della Pieve por el hecho de que Draghi sea jefe de Gobierno. También avaló sus credenciales religiosas el economista Stefano Zamagni, presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. “Es muy católico, un católico serio”, declaró en Famiglia Cristiana Zamagni, que logró que el pasado mes de julio entrara en la citada institución vaticana el nuevo primer ministro.
“Está muy preparado, es competente y honesto intelectualmente. Tiene una visión de la economía de mercado que no es exactamente la favorita del papa Francisco, pero es análoga en sus objetivos y en sus líneas guías”, destacó Zamagni. En la entrevista lo presentó como a un tipo serio: “Para que sonría tienes que hacerle cosquillas en los pies. No parece romano. Es un nórdico. Parece holandés, noruego o alemán. Pero quien se ocupa de finanzas debe ser un poco así”. Su descripción coincide con la caricatura que hizo de Draghi el diario germano Bild cuando iba a ser nombrado presidente del BCE. Lo presentó como un italiano “muy alemán” publicando un fotomontaje en el que se le veía con el típico casco prusiano sobre la cabeza.