Desde Podemos hasta Vox: todos los partidos piden un obispo para Ciudad Rodrigo

  • En el parlamento de Castilla y León se leerá mañana una declaración institucional aprobada por unanimidad
  • El texto, al que ha tenido acceso Vida Nueva, clama por un prelado “propio, exclusivo y residencial”

Desde Podemos hasta Vox: todos los partidos piden un obispo para Ciudad Rodrigo

Podemos y Vox, juntos y revueltos por Ciudad Rodrigo. Todos los partidos del Parlamento de Castilla y León han aprobado por unanimidad una declaración institucional que se leerá mañana en el pleno en la que se apuesta por “la continuidad de la diócesis y de un obispo propio, exclusivo y residencial”.



Tras hacer un repaso de la historia de esta diócesis castellano leonesa, advierten de la “incertidumbre general en la ciudad y su Tierra, asentada en los históricos rumores que se reanudan cada vez que la sede episcopal de Ciudad Rodrigo queda vacante, y que aluden a la absorción o a la unificación con la diócesis de Salamanca compartiendo obispo, con lo cual si bien sobre el papel seguiría existiendo una diócesis civitatense, en la práctica sería una anexión a la salmantina, con la que se perdería una institución que, con cerca de nueve siglos de existencia, ha distinguido la Tierra de Ciudad Rodrigo”.

Según el escrito, al que ha tenido acceso Vida Nueva, “la modificación del estatuto jurídico actual de la diócesis civitatense no es solo un problema eclesial, sino también político o social de primera magnitud para esta zona de España. El tema de la diócesis ha preocupado a personalidades, alcaldes y corporaciones desde hace siglos, consecuencia de que la población en general entiende que es un bien para la ciudad, y por ello su importancia trasciende de lo meramente religioso, aun respetando las decisiones de la jerarquía de la Iglesia, por el principio de separación entre la Iglesia y el Estado”.

Y añaden: “Hoy, más que nunca, las zonas diezmadas por la despoblación necesitan tener cerca a sus instituciones. Sin dichas instituciones, nuestros pueblos irán perdiendo su voz, sus derechos y, en definitiva, su existencia”.

Efectos socio-económicos

Del mismo modo, denuncian que “la supresión de la Diócesis produciría unos efectos socio-económicos muy negativos en la comarca, máxime en unos momentos en que todas las fuerzas políticas y sociales se esfuerzan en construir un futuro positivo”.

Por otro lado, indican que “la demarcación diocesana propia, con su patrimonio cultural, artístico y monumental, ha sido y es un puntal importante en la economía comarcal, ya que el turismo basado en la arquitectura y arte religioso contribuyen de forma importantísima en la atracción de visitantes y están implicando acciones desde las administraciones públicas en una evidente colaboración para mantener la riqueza vinculada a esas iniciativas”. “Hay que recordar lo que ha supuesto para la comunidad castellano y leonesa la organización y desarrollo del ciclo expositivo de Las Edades del Hombre, un antes y un después desde el punto de vista de promoción turística para las sedes que hasta ahora han acogido las distintas ediciones, caso de Ciudad Rodrigo”, explican.

Según señalan, “la lejanía del obispo de la diócesis supondría un inevitable deterioro del patrimonio cultural y artístico-religioso, como ha ocurrido en otras ciudades, antiguas diócesis, con el consiguiente impacto negativo en el turismo y en la cultura”.

Respuesta del administrador apostólico

Asimismo, apuntan que “esta necesidad de seguir contando con una diócesis independiente, con obispo propio, exclusivo y residencial, como ha ocurrido hasta la fecha, ha sido reconocida por instituciones culturales, vecinales, religiosas y ciudadanos en general que han asumido como suya esta lucha por el mantenimiento del obispado civitatense desde hace muchos años, décadas e incluso centurias y que ahora, ante esta nueva incertidumbre, también han iniciado una movilización para preservar la diócesis de Ciudad Rodrigo”.

Por todo ello, las Cortes de Castilla y León abogan por que Ciudad Rodrigo siga manteniendo su centenaria diócesis y, en consecuencia, siga contando con un obispo titular, exclusivo y residencial.

La campaña para salvar la diócesis ya fue respondida el 24 de enero por Jesús García Burillo, obispo emérito de Ávila y administrador apostólico de la diócesis mirobrigense, en una carta leída ese mismo días en todas las misas. En ella, exhortaba a los fieles a que “no colaboréis con vuestros actos en ninguna campaña que pretenda intimidar a la Santa Sede en su decisión sobre el futuro obispo de nuestra Diócesis de Ciudad Rodrigo”.

El prelado decidía dirigirse a los diocesanos 18 días después de que el ex vicario general, Tomás Muñoz, invitara en su carta ‘¡Surgere civitas!’ a defender la Iglesia local. Y que, según Burillo, ha creado un “ambiente de confusión”.

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