Una delegación del Vaticano comenzó este lunes una visita a la región iraquí de Dhi Qar, en el sur del país, para preparar el viaje que el papa Francisco realizará a esta nación árabe entre el 5 y el 8 de marzo. En su estancia en tierras iraquíes el Pontífice tiene previsto desplazarse hasta Ur, a pocos kilómetros de Nasiriya (la capital de Dhi Qar), donde participará en un encuentro interreligioso. Para la tradición cristiana Ur es la patria del profeta Abraham.
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Los miembros de la delegación vaticana acudieron a Ur para ver cómo estaban desarrollándose los preparativos, según el diario Asharq al Awsat, de carácter panárabe pero con sede el Londres, que informó además de que el grupo podría visitar algunos centros sanitarios de Nasiriya, una ciudad cuya población es mayoritariamente musulmana de rito chií.
La región de Dhi Qar, como otras muchas zonas en el país, vive una gran inestabilidad social y política tras años de guerra, a lo que ahora se suman las dificultades provocadas por la pandemia de coronavirus. Pese a esta situación el consejero presidencial Ismail al-Hadidi confirmó que la visita del Papa no se va a retrasar. Explicó además que aunque en las ceremonias en que participe el Pontífice se respetarán las medidas de seguridad para evitar los contagios, no se aplicarán las restricciones más duras aprobadas por el gobierno.
10.000 personas en la misa de Erbil
El viaje de Francisco a Irak no solo cuenta con el apoyo de las autoridades civiles. También el clérigo chií Muqtada al-Sadr, que en el pasado organizó la resistencia contra la ocupación estadounidense, ha asegurado que el obispo de Roma es bienvenido en el país árabe, según recordó Asharq al Awsat. Al-Sadr, no obstante, anunció la semana pasada que algunos partidos del país “se oponen a la visita”, aunque no especificó de qué grupos se trataba. En Irak el Papa tiene previsto reunirse en la ciudad de Nayaf con el gran ayatolá Al-Sistani, líder espiritual para la comunidad chií
El sacerdote Dinkha Abdulahad, miembro de la delegación local que está preparando la visita pontificia, explicó que el momento más multitudinario del viaje será probablemente la misa que Francisco presidirá en el estadio Franso Harari de Erbil, al norte del país. Se espera que en esta ceremonia religiosa participen unas 10.000 personas, que deberán cumplir con las medidas de seguridad para intentar evitar los contagios de coronavirus. La de Francisco será la primera estancia de un obispo de Roma en esta nación árabe y mayoritariamente musulmana.