Un total de tres fotos subidas a Twitter por el cardenal Charles Bo, arzobispo de Yangon, Myanmar, han bastado para mostrar la dureza de la desesperación ante la violencia que se está viviendo en el país desde hace un mes. Y es que en ellas se muestra a una religiosa, la hermana Ann Nu Thawng, sola, llorando ante un gran número de policías armados. Gracias a ella, ayer se salvaron 100 vidas en el país.
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Y es que, tal como explica en su tweet el purpurado –que ha ido narrando el crecimiento de la violencia desde el golpe de Estado de principios de febrero–, los disturbios son cada vez más “severos” en Myanmar. “La policía está arrestando, golpeando e incluso disparando a la gente”, señala.
Today, the riot has been severe nationwide.
The police are arresting, beating and even shooting at the people.
With full of tears, Sr. Ann Nu Thawng begs & halts the police to stop arresting the protestors.
About 100 of protestors could escape from police because of the nun. pic.twitter.com/Hzo3xsrLAO
— Cardinal Charles Bo (@CardinalMaungBo) February 28, 2021
“Con lágrimas en los ojos, la Hna. Ann Nu Thawng ruega y detiene a la policía para que deje de arrestar a los manifestantes“, relata el cardenal, añadiendo, además, que “aproximadamente 100 de los manifestantes pudieron escapar de la policía gracias a la monja”.
Un mes de violencia
Hoy se cumple un mes desde que el comandante jefe de las fuerzas armadas de Myanmar, el general Min Aung Hlaing, tomase el poder por medio de un golpe de Estado, invalidando, de esta manera, la voluntad expresada por los ciudadanos en las elecciones del pasado noviembre de 2020, en las que se había elegido a la Liga Nacional para la Democracia (LND), dirigida por Aung San Suu Kyi, como partido gobernante por mayoría.
Alegando el fraude electoral –aunque sin pruebas de ello–, Hlaing detuvo a Suu Kyi y a su gobierno. A partir de entonces, se instauró el toque de queda en el país y la escalada de represión contra los manifestantes ha ido en aumento.