Francisco: “Recemos para que Dios dé a su Iglesia sacerdotes misericordiosos y no torturadores”

02/03/2021 | Rubén Cruz

En el vídeo con la intención de oración para este mes de marzo, el Papa invita a rezar para “pasar de la miseria a la misericordia” con la confesión

Vatican City (Vatican City State (holy See)), 03/04/2020.- A handout picture provided by the Vatican Press Office Pope Francis delivering a video message ahead of the Holy Week, in Vatican City, 03 April 2020 (issued 04 April 2020). (Papa) EFE/EPA/VATICAN MEDIA HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES

“Recemos para que Dios dé a su Iglesia sacerdotes misericordiosos y no torturadores”. Así se expresa Francisco en ‘El vídeo del Papa’ de este mes de marzo, en el que dedica su intención de oración al sacramento de la confesión, invitando a “pasar de la miseria a la misericordia”.

“Cuando yo voy a confesarme es para sanarme, para curar mi alma. Para salir con más salud espiritual. Para pasar de la miseria a la misericordia. El centro de la confesión no son los pecados que decimos, sino el amor divino que recibimos y que siempre necesitamos”, afirma el Pontífice.

Asimismo, insiste en que “el centro de la confesión es Jesús que nos espera, nos escucha y nos perdona”. Y clama: “Recuerden esto: en el corazón de Dios estamos nosotros antes que nuestras equivocaciones. Recemos para que vivamos el sacramento de la reconciliación con renovada profundidad y para saborear el perdón y la infinita misericordia de Dios”.

Texto íntegro de ‘El vídeo del Papa’ de marzo

“Cuando yo voy a confesarme es para sanarme, para curar mi alma. Para salir con más salud espiritual. Para pasar de la miseria a la misericordia. El centro de la confesión no son los pecados que decimos, sino el amor divino que recibimos y que siempre necesitamos. El centro de la confesión es Jesús que nos espera, nos escucha y nos perdona. Recuerden esto: en el corazón de Dios estamos nosotros antes que nuestras equivocaciones. Y recemos para que vivamos el sacramento de la reconciliación con renovada profundidad y para saborear el perdón y la infinita misericordia de Dios. Y recemos para que Dios dé a su Iglesia sacerdotes misericordiosos y no torturadores”.