La edición de Operación Triunfo 2020 fue muy especial al estar marcada por la pandemia. Los concursantes vivieron entrando y saliendo de la Academia. Uno de los artistas más queridos, sin duda, fue Flavio, el sensible joven murciano que comenzó, con tan solo ocho años, a estudiar piano en el conservatorio. Después llegarían las clases de guitarra, de trompeta y los vídeos en YouTube. Ahora, nos regala su primer libro Yo con yo mismo (Bruguera).
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PREGUNTA.- ‘Yo con yo mismo’ es el título de su primer single y su primer libro, ¿qué encontraremos?
RESPUESTA.- Otra faceta de mí mismo. El lector hallará unas páginas ilustradas y un texto que se divide en tres partes: una más poética, fragmentos de la libreta que tenía en la Academia para componer y la parte más anecdótica en la que hablo de mi vida, mis pensamientos… He pretendido que, cuando la gente lea el libro, se identifique con alguna de las situaciones que reflejo y pueda ayudarles. Sería precioso.
P.- Todos tenemos escritores de cabecera, ¿usted?
R.- Leo mucho a Elvira Sastre, a Marwan… Y de los clásicos: ‘El árbol de la ciencia’, de Pío Baroja, y a la Generación del 98.
Músico y cantante
P.- ¿Qué le hace distinto a los demás artistas?
R.- Compongo, canto… soy músico a la par que cantante. Tengo una voz y una tesitura que, en el panorama español, no es habitual: soy barítono bajo.
P.- ¿Y sus referentes musicales?
R.- Me gusta la música clásica, que es lo que he escuchado desde pequeño. Sobre todo los románticos: Schumann, Chopin. Pero también Rachmaninov, Liszt…
Un año de transición
P.- ¿Qué le diría a gente de su generación, tan perdidos, en un mundo tan complicado?
R.- Que sean conscientes de lo que viviremos. Que nada es fácil pero que, este año, es una transición y llegarán momentos mejores para todos nosotros. Me siento esperanzado, todo cambiará, pero hay que ser paciente.
P.- ¿Cómo ve España?
R.- Estamos fatal. Como en una etapa de egocentrismo, de un “sálvese quien pueda”. Me da rabia los que han pensado que “si tengo el poder pongo la vacuna a mi familia y los demás que esperen”. No lo entiendo. No entiendo el egoísmo. (…)
