PPC presenta mañana la colección ‘Sofía’, donde se encuadra el último libro de la religiosa sierva de San José, ‘Cuando Dios habla no solo en masculino’
La religiosa de la congregación de las Siervas de San José, Carme Soto, reflexionará mañana, 9 de marzo, a las 18:00 horas, sobre la posibilidad de una teología feminista en el Foro PPC ‘¿Cristiana y feminista a la vez?’, que se podrá seguir en el canal de Youtube de la editorial.
El libro escrito por Carme Soto para la colección ‘Sofía’, titulado ‘Cuando Dios habla no solo en masculino’ (PPC), quiere ser una presentación de lo que ha aportado la teología feminista al campo de la teología desde la experiencia religiosa de las mujeres cristianas. En él, la autora reflexiona sobre la revelación como pilar en el que situar la experiencia de las mujeres y cómo la teología feminista ofrece las claves para leer los textos bíblicos para que, sin excluirlos de sus contextos, sean buena noticia para las mujeres.
De esta manera, Soto crea un texto desde la reflexión teológica, pero también desde la denuncia y la propuesta de nuevos caminos. Estas son solo algunas de las claves sobre las que la religiosa profundiza en el texto:
“La meta de la teología feminista no está en darle la vuelta a la tortilla y cambiar el género del sistema opresor. Tampoco es conseguir un trozo de esa tortilla. El esfuerzo de la teología feminista es hacer entre todos, hombres y mujeres, una nueva tortilla”.
“Los cambios en el modo de pensar a Dios y de relacionarse con él no están solo en llamarlo ‘madre’ o darle características femeninas, como la ternura, el amor o el servicio (que, aplicados a las mujeres, siguen siendo a priori culturales), pues quedarse ahí no sería ninguna novedad, eso ya está en la Biblia, aunque no sirvió para igualar la experiencia de las mujeres con la de los varones”.
“Uno de los aspectos donde se ve más clara la falsa neutralidad de la reflexión sobre Dios es en los conceptos e imágenes utilizados para definir a Dios. Es curioso constatar cómo para muchos la teología feminista se reduce a veces a un intento chapucero de hablar en femenino o de insistir continuamente en que Dios tiene rostro de mujer. Esto, evidentemente, no es más que hacer folclore de algo que es mucho más hondo”.
“Para hacer posible una Iglesia verdaderamente inclusiva se necesita escuchar a las mujeres, no porque sean mejores o estén menos contaminadas por el poder opresivo o por el clericalismo, sino porque las mujeres son la mitad de la humanidad y porque, como han puesto en evidencia los estudios bíblicos feministas, ellas han estado desde el primer momento en la comunidad del Reino inaugurada por Jesús”.
“La crisis actual de la Iglesia institucional, a pesar del liderazgo positivo del papa Francisco, es una oportunidad para vivir más como pueblo de Dios que como jerarquía, para confiar más en la libertad creativa de los laicos –hombres y mujeres– que en la obediencia pasiva, para entender el feminismo como un signo de los tiempos y no como una amenaza”