Francisco Múnera Correa, obispo de la diócesis de San Vicente del Caguán y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, junto con el Centro Nacional Misionero y las Obras Misionales Pontificias (OMP), expresó su pesar por el asesinato Manuel Ubaldo Jáuregui, un sacerdote de los Misioneros de Yarumal, ocurrido el 7 de marzo.
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El joven sacerdote estaba prestando su servicio sacerdotal en Luanda, capital de Angola, en África. En un comunicado, suscrito por el superior general de la congregación, Germán Mazo, han explicado que “nuestro hermano fue apuñalado mortalmente momento en que regresaba a su casa después de compartir en casa de unos amigos”.
Cinco años de misión
Jáuregui nació en Cúcuta, departamento Norte de Santander, en 1984. Se unió a la congregación Misioneros de Yarumal y el 3 de diciembre de 2015 fue ordenado sacerdote.
“Todos sus cinco años de ministerio sacerdotal misionero los ejerció en nuestra misión en Angola”, señala el Superior de la Congregación.
En declaraciones a medios locales, Sergio Jáuregui, hermano del sacerdote, afirmó que “él era feliz en África, amaba el trabajo con los niños y la humildad de las personas allá. Queremos traer el cuerpo de mi hermano, mi mamá y todos nosotros queremos despedirnos de él”.
Foto: Semana