El reclutamiento de menores vuelve al ojo de la opinión pública, por ello el prelado ha pedido respuestas integrales ante este flagelo
El bombardeo hecho por el Ejército colombiano al frente séptimo de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el Guaviare, sur amazónico del país, ha involucrado al menos a 12 menores, lo que ha desatado una ola de indignación ante este terrible flagelo del reclutamiento.
Consultado por la Agencia de noticias de la Conferencia Episcopal Italiana SIR (Servicio de Información Religiosa), Nelson Jair Cardona Ramírez, obispo de San José del Guaviare, ha instado al Gobierno y a la guerrilla respetar la vida de niños y adolescentes.
Por una parte el prelado pide a los guerrilleros que siguen reclutando menores: “No interrumpan los sueños de los jóvenes, déjenlos cultivar sus ideales”, mientras que al Gobierno: “Cree las condiciones para un desarrollo social y económico más equitativo de esta zona, para no dejarlas sin perspectivas a las generaciones más jóvenes”.
Ha salido al paso a las declaraciones del Ministro de Defensa, Diego Molano, quien calificó de ‘máquinas de guerra’ a los menores reclutados por la guerrilla: “Al Ejército pido prudencia, considere a los menores involucrados en la guerra de guerrillas ante todo como víctimas, porque sobre todo lo son”.
En Guaviare, un territorio controlado por las disidencias de las FARC no es fácil, de hecho este reducto guerrillero no aceptó el Acuerdo de Paz firmado en 2016. “Se sabía incluso antes de la firma. La guerrilla continuó controlando el territorio, especialmente las zonas rurales, para realizar apuestos y tráficos ilícitos y reclutar menores”, acotó el prelado.
“Soy consciente de que la presencia de menores es compleja y que hay dos corrientes de pensamiento, hay quienes dicen ser víctimas y hay quienes dicen que, en cambio, también son victimarios”, ha dicho.
Para Cardona “ambos son parcialmente verdaderos”, no obstante “son ante todo víctimas, se ven obligados a reclutar o en todo caso no tienen la voluntad suficiente para decidir. Hay situaciones de extrema pobreza, falta de trabajo, algunos quieren salir de situaciones familiares difíciles”.
“Por supuesto, son muy pocos los que se unen por motivos ideológicos”, pero es deber del Estado llegar a estas zonas ignotas para “contrarrestar estas tentaciones, la represión no es suficiente, el Estado debe dar respuestas”.
Foto: CEC