El cantautor publica ‘Alef 2.0’, trabajo discográfico con el que busca “sensibilizar, reflexionar y orar en la realidad compleja en la que vivimos”
Es un laico en salida. Antoni Rodríguez i Arribas ha vivido y vive a pie de obra, como catequista, lo mismo de confirmación que acompañando a universitarios. Perteneciente a la parroquia Santa Magdalena, de Espluques de Llobregat, es patrono y secretario general de la Fundación Santa Magdalena. Responsable del área jurídica y de recursos humanos de la Fundación Escuelas Parroquiales, entre unas tareas y otras ha compuesto y grabado ‘Alef 2.0’, su segundo trabajo discográfico.
PREGUNTA.- Publicó un primer disco en 1994. ¿Por qué este desierto musical de casi dos décadas? ¿Por qué ahora?
RESPUESTA.- No me dedico profesionalmente, mi primer trabajo “Por Ti” era una producción doméstica en formato K7. Alef debería haber visto la luz en el año 2000, pero a causa de diversas dificultades, cristaliza, 20 años después, en 2020, en un segundo intento, de ahí que sea la versión 2.0, el año del 20 aniversario de la creación de la Fundación Santa Magdalena (FSM). Con Alef 2.0, quiero conjugar la pasión por la música con la vocación de compartir la fe a través de la música y la música a través de la fe, sensibilizar, reflexionar y orar en la realidad compleja en la que vivimos.
P.- De las canciones de Alef 2.0, ¿cuál interpretaría delante del Papa Francisco?
R.- Interpretar una de mis canciones delante del Papa Francisco sería un honor, para escoger la canción debería tener en cuenta el contexto, audiencia, celebración, el tiempo litúrgico, etc. Si este fuera intimista en una plegaria, podrían decantarme por “Acoge mis palabras”, “Escúchame”, “Oración”, “Madre”, en un momento como el Adviento o la Navidad sin duda escogería “Com cada any”, en un ámbito más Pascual “En la noche”, en una Eucaristía “En tus manos Señor”, en un encuentro de comunidad “En el camino de Jesús”, “Ferms en L’Esperança” o “Sólo me dirijo a Ti”, pero si tuviera que proclamar ese Dios en el que creo la elegida seria “El Dios que llevo dentro”.
P.- ¿Por qué la música católica no llega a un gran público? ¿Es signo de la galopante secularización que contagia todas las realidades?
R.- La música se utiliza dentro de las diferentes actividades que como seres humanos realizamos pero está más asociada a una vertiente lúdica. La música católica quizá esté circunscrita a la esfera de la celebración de la fe y sea más difícil extraerla de la misma. En actualidad, con una sociedad globalizada, individualista y despersonalizada, toma más fuerza el legado que nos hace Jesús, siendo la música una manifestación del amor a los demás y punto de encuentro de espiritualidades diferentes. Debemos aprovechar la fuerza de la música para evangelizar, aunar personas, generaciones, culturas, que ayude a interiorizar, orar, celebrar, sólo hay que encontrar la onda con la que conectar, pero independientemente de que llegue al gran público, o no, lo importantes es que llegue al interior, aunque sea de una sola persona porque el efecto renovador en ese entorno, sería exponencial.
P.- Patrono y secretario general de la Fundación Santa Magdalena, a la que irán destinados los beneficios del disco. ¿Cómo se las está apañando la entidad para sacar adelante sus proyectos en medio de la crisis del COVID?
R.- La FSM es una Entidad Sin Ánimo de Lucro (ESAL) que nació de la vocación de algunos fieles de la Parroquia Santa Magdalena de crear un proyecto social con el objetivo facilitar, promover, crear proyectos de asistencia y cooperación al desarrollo social hacia colectivos con dificultades para encontrar trabajo. Es una fundación modesta arraigada en Esplugues de Llobregat y más conocida por uno de sus proyectos “Sastrinyols”, que no deja de ser una tienda con diferentes secciones: comercio justo, creación y arreglo de ropa, lavandería social, ropa de segunda mano… La entidad siempre ha tenido una falta de financiación para desarrollarse, pero con la crisis del 2008 y la actual emergencia sanitaria por el efecto de la pandemia esta se ha agudizado. Actualmente estamos reduciendo al máximo los costes e intentando en este himpás preparar alternativas más viables.
P.- ¿Están desafinando nuestros políticos para hacer frente a la pandemia socioeconómica dentro de esta emergencia sanitaria?
R.- Esta pandemia ha puesto contra las cuerdas a la sociedad mundial, a sus líderes, gobiernos, a nosotros mismos pero quienes realmente más lo están padeciendo son las personas de los países más pobres y los más desprotegidos por cualquier causa en las sociedades desarrolladas. Los políticos deberían responsabilizarse y ajustar el zoom priorizando absolutamente políticas hacia todos los colectivos más débiles.