El arzobispo de Valladolid cumplirá 79 años el próximo 13 de abril y ya ha cumplido 11 años en la diócesis
Desde 2010 está al frente de la Iglesia de Valladolid. Pero, a las puertas de cumplir los 79 años, Ricardo Blázquez, es consciente de que en cualquier momento puede dejar su puesto, tal vez en manos del auxiliar y secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello. De hecho, al cumplir los 75 presentó su renuncia tal como establece el Derecho Canónico, y dejar la archidiócesis en sus manos, tal como le ha expresado a El día de Valladolid, le parecería todo un acierto, ya que es “un excelente candidato”.
“El día que cumplí 75 era Jueves Santo, llamé al Nuncio para decirle que tenía ya la carta pero que se la llevaría unos días más tarde”, ha explicado. “Desde entonces, estoy, como lo estaba antes, a disposición del Papa. Si me dice que haga las maletas, las hago… ya casi las tengo preparadas. Si me dice si puedo continuar un poco más, puedo porque tengo buena salud. De manera que estoy a disposición del Papa“.
Asimismo, ha apuntado que cuando se jubile irá “a la Casa Sacerdotal de Ávila, que está junto al Seminario”: un pabellón en el que, tal como ha apuntado, viven ahora “unos 25 sacerdotes y la mayor parte nos conocimos en el Seminario”. De hecho, esto le permitiría, además, estar “más cerca de la familia”.
Por otra parte, Blázquez ha reflexionado acerca de los efectos de la pandemia en la archidiócesis. “Creo que podemos afirmar que todos, a causa de la pandemia, somos más pobres”, ya que la disminución de los recursos “se manifiesta en todos los órdenes de la vida”. “Es verdad que, con la limitación y el miedo para participar en la celebración de la eucaristía, han descendido las colectas, pero ha habido otras formas, no solo por parte de cristianos practicantes si no también de personas que quieren apoyar la actividad de la Iglesia“, ha apuntado.
Este es el caso de Cáritas. “Saben que lo que se coge con una mano se entrega con la otra y además hay trasparencia“, ha dicho. “Si las personas tienen generosidad y confianza a la hora de entregar su colaboración económica para que desde la Iglesia se administre, nosotros tenemos la obligación de informar, ser trasparentes y recibir iniciativas”.