Crismhom, la Comunidad cristiana LGTBI+H, ha respondido con “dolor e indignación” a la respuesta negativa de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre si la Iglesia tiene poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo. “Oramos profundamente por la conversión de los corazones que desde el seno de la Iglesia no son capaces de escuchar el mensaje evangélico del Amor de Dios. Un Amor sin límites basado en la persona y en la mirada de Dios”, subraya la organización.
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Asimismo, han subrayado que “el argumento principal y casi único del ‘responsum’ es que Dios, supuestamente, ha establecido su designio sobre este asunto de forma terminante, eterna e indiscutible, concretamente en [la interpretación humana e histórica de] los relatos de la Creación del Hombre (Génesis, 1 y 2)”, invalidando, de esta manera, “siglos de historia, avances sociales, descubrimientos antropológicos y científicos, luchas y conquistas de derechos humanos, y lo que es más importante, de sufrimiento y marginación de las personas (LGTBI y otros colectivos)”.
Un sufrimiento que “estaba empezando a desaparecer”, pero que, sin embargo, “se estrella contra la interpretación sesgada de unos textos de varios miles de años de antigüedad, que relatan de forma mítica los orígenes del mundo y cuyas enseñanzas teológicas pueden y deben ser reinterpretadas una y otra vez, a medida que se suceden las generaciones humanas, como ya se hace por otra parte y afortunadamente, con otros textos bíblicos en incontables ocasiones”.
Un amor auténtico
“Documentos oficiales como este ‘responsum’ colaboran a perpetuar situaciones de injusticia, marginación y dolor en muchos lugares del mundo”, continúa el comunicado de Crismhom. “Por ello, hacemos un llamado a cualquier persona de fe y buena voluntad, para que alce su voz contra esta postura radical“.
“Las personas LGTBI cristianas han descubierto, gracias a la Fe, el Amor incondicional que proviene de Dios”, añaden. “Un Dios Padre-Madre, Hijo y Espíritu Santo, que ama a las personas tal y como son, porque así las creó”. Y es que, tal como recuerda la organización, “el amor diverso LGTBI, cuando es auténtico, es tan santo como el heterosexual, y lamentablemente debemos orar aún por la iluminación de cualquier persona que lo vea todavía como pecaminoso o vergonzoso, ya sea en el Vaticano (donde es evidente que queda camino evangélico por recorrer) o en cualquier otra iglesia o institución”.
Asimismo, han expresado su unión al teólogo católico Brinkschroeder, quien afirma que las discusiones espontáneas que han surgido en Alemania sobre estas ceremonias de bendición “son una señal de que el pueblo de Dios está más empoderado que en el pasado, y está pidiendo una argumentación teológica real, que no se base en viejos prejuicios y autoridades sesgadas”.
La otra Iglesia
Por último, desde Crismhom han señalado que “las personas LGTBI católicas, y otras muchas católicas de orientación heterosexual, están deseosas de escuchar una Buena Noticia de acogida, participación y celebración de su vida de Fe, incluyendo su amor diverso, por parte de las instituciones de una Iglesia Católica a la que por el bautismo pertenecen y de la cual son hijos, hijas e hijes”.
“Gracias a Dios”, concluyen, “hay otra Iglesia de Jesús que camina por la historia, haciéndose cercana a todo ser que busca y sufre”. Una Iglesia en la que “las personas LGTBI pueden sentirse absolutamente celebradas y bendecidas, sin prejuicios”, y a la que la organización ha agradecido su “labor callada y sincera” desde la fe y el amor. “También, queremos abrir los brazos y el corazón a la conversión de quien, desgraciadamente, convierte en propio y reglado un Amor que supera las capacidades de cualquier ser humano”.