Hace 40 años, en todas las diócesis del país esta campaña motiva a vivir la espiritualidad cuaresmal con más oración y privaciones que permitan compartir como expresión de amor con los hermanos
“La campaña Cuaresma de Fraternidad tiene una tradición preciosa que le va dando cada año más sentido a este tiempo litúrgico tan rico de la Iglesia”, dijo el obispo administrador apostólico de Talca, Galo Fernández, en el acto de entrega del aporte económico de la recaudación del año pasado, a 10 proyectos en su diócesis.
“Digo esto, continuó, porque no se trata solo de un esfuerzo de superación personal sino también de un camino en el que juntos vamos tratando de convertirnos y contribuir al bien de los demás (…) Esta campaña no trata solo de recaudar fondos para un objetivo, sino también visibilizar una realidad que requiere una urgente conversión en nuestros corazones, de poner en el centro del debate la situación de estos hermanos, familias, adultos, hombres, mujeres, niños, rostros concretos que han debido salir de sus países porque no había condiciones para vivir de un modo digno y apropiado”, explicó el obispo.
El acto tuvo lugar recién el viernes 12 debido a la pandemia y se realizó online, con un pequeño grupo representativo en el acto presencial. Allí, Joyce Araujo, coordinadora diocesana de la Pastoral de Movilidad Humana (PMH), dijo que el trabajo de esta pastoral es acoger y guiar a los migrantes que buscan asesorías y otros tipos de ayuda.
“Somos instrumentos de Dios, expresó Joyce a quienes recibían el aporte para sus proyectos, de esa solidaridad y de esa misericordia que podemos tener, ustedes van a llevar ese granito de amor y de acogida, queremos decirles que nosotros como agentes de PMH estamos abiertos a poder acompañarlos y ayudarlos también en los procesos”.
La campaña Cuaresma de Fraternidad se realiza en todas las diócesis chilenas desde 1983 cuando fue aprobada en la Asamblea Plenaria de obispos. Se inicia el Miércoles de Cenizas, con el objetivo de fomentar la vivencia de la espiritualidad cuaresmal fortaleciendo la práctica de la oración y de privaciones que permitan ahorrar en pequeñas alcancías que se distribuyen a las familias, las que en Semana Santa se entregan a la parroquia. Con ese dinero se financian proyectos de ayuda social a destinatarios aprobados por los obispos.
Durante los años 2019 a 2021 sus destinatarios han sido los inmigrantes en Chile con el lema “Tu Aporte y el nuestro, Esperanza de todos”. En los dos años anteriores, se aprobaron 48 proyectos en línea con los 4 verbos propuestos por el papa Francisco: acogida, promoción, protección e integración. Este año 2021, debido a las consecuencias de la pandemia, se destinarán especialmente para seguridad alimentaria, aseo personal e higiene y recuperación de medios de vida.
Buscando acercar las posibilidades de aportes a la Campaña, este año se ha dispuesto la “Alcancía Digital”, que permite realizar transferencias bancarias o depósitos en la cuenta corriente de la campaña.
El trienio anterior, 2016 a 2018, la campaña tuvo como destinatarios a los adultos mayores. En ese período se apoyaron 126 iniciativas en todas las diócesis del país, por un total cercano a un millón de dólares, beneficiando a unas 15.000 personas. Todos esos proyectos estaban dirigidos a mejorar las condiciones de vida de las personas mayores, favoreciendo el compromiso con su dignidad y potenciando acciones en las líneas de: participación e incidencia pública, buen trato y convivencia, salud integral y acompañamiento y espiritualidad.
El fuerte aumento de la inmigración en el país llevó a los obispos a definir estos destinatarios para el período que culmina en esta cuaresma. La iglesia mantiene importantes programas de apoyo a migrantes y muchas parroquias realizan actividades directas en beneficio de ellos.