“Por favor, inicien un diálogo para encontrar una solución, una forma de seguir adelante”. Esta ha sido la súplica que los cardenales miembros de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia ante el golpe de Estado en Myanmar han escrito en un llamamiento por la paz en el país. En el texto, además, hacen referencia a “la imagen de una religiosa arrodillada en las calles de Yangon, suplicando la deposición de armas”, que está “grabada en la mente del mundo”.
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“A nuestro querido hermano el cardenal Bo le decimos: estamos contigo. Compartimos tu dolor y angustia”, han continuado los purpurados. “Nos unimos a ustedes mientras dirigen a su pueblo en oración a Dios por una resolución rápida del conflicto y porque todos vean el camino hacia una solución mientras se condena la violencia militar contra civiles inocentes”.
Oración por la paz
Asimismo, los cardenales han insistido en que “la violencia nunca es una solución; la fuerza nunca es una solución. Solo da lugar a más dolor y sufrimiento, más violencia y destrucción”. Por el mismo medio han hecho “un sincero llamamiento a todos los líderes religiosos de Myanmar”, para que se “unan a nosotros en esta oración por la paz, en este llamamiento a la paz y en sus esfuerzos por la paz”.
Por último, depositando “su fe en la gente no violenta de Myanmar”, los cardenales afirmaron que “sabemos que la gente ama la paz y solo busca una oportunidad de progreso. Han respetado la ley y han cooperado con todas las autoridades. Por el momento solo buscan la armonía y el fin de la violencia”.