Francisco señala en su catequesis que la Virgen está “cerca de las personas que han concluido su camino terreno en una condición de aislamiento, sin el consuelo de sus seres queridos”
“María ha estado presente en los días de pandemia, cerca de las personas que lamentablemente han concluido su camino terreno en una condición de aislamiento, sin el consuelo de la cercanía de sus seres queridos”. En la audiencia general que presidió este miércoles en la biblioteca del Palacio Apostólico, el papa Francisco dedicó su catequesis a la oración en comunión con la Virgen, destacando que ella “siempre está ahí, a nuestro lado, con su ternura materna”.
Francisco inició su alocución recordando que Cristo es “el Mediador, el puente que atravesamos para dirigirnos al Padre, y el único redentor”, para comentar más adelante que la Virgen María “ocupa un lugar privilegiado” en la oración del cristiano. Destacó que es la que “indica el camino”, como refleja su representación como la ‘Odigitria’, señalando su “gran protagonismo” en la iconografía cristiana, aunque siempre “en relación al Hijo y en función de Él”.
La Virgen, cuyo cuerpo y actitud son un “catecismo viviente” que apuntan siempre “al centro, a Jesús”, es más “discípula que madre”, destacó el Papa. “Siempre señala Cristo, es la prima discípula. Este es el rol que María ha ocupado durante toda su vida terrena y que conserva para siempre: ser humilde sierva del Señor”.
Las representaciones inconográficas cristianas nunca colocan a la Virgen como a “una Diosa”, sino siempre como una Madre. “Es verdad que la piedad cristiana siempre le da títulos bellos, como hace un hijo con su madre. Pero las cosas que la Iglesia y que los santos le dicen a María no quitan nada de la unicidad redentora de Cristo. Son cosas que se dicen, a veces exageradas, pero el amor dice a cosas exageradas”, reconoció Jorge Mario Bergoglio improvisando sobre el texto que tenía preparado.
Presentándola finalmente como a la “mujer del ‘sí’”, porque “acogió con prontitud la invitación del Ángel”, Francisco comentó que María “nos defiende en los peligros, se preocupa por nosotros, también cuando nosotros estamos atrapados por nuestras cosas y perdemos el sentido del camino, y ponemos en peligro no solo nuestra salud sino nuestra salvación”.
Al terminar la catequesis recordó a las víctimas del reciente atentado en Níger, que provocó 137 muertes, asegurando que rezaba por los fallecidos y por toda la población de este país africano para que pueda seguir el camino de “la paz, la democracia y la justicia”. También mencionó a los damnificados por las últimas inundaciones en Australia y señaló que hoy se celebra el Día contra la Tuberculosis.