Para el arzobispo Paul S. Coakley de Oklahoma City, se trata de “un paso audaz hacia una cultura de la vida”
Luego de que fuera aprobada la legislación para derogar la pena de muerte en el estado de Virginia, Estados Unidos, el arzobispo Paul S. Coakley de Oklahoma City y presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) celebró la decisión, la cual calificó como histórica.
El arzobispo consideró que se trata de “un paso audaz hacia una cultura de la vida”, ya que Virginia se convertirá en el vigésimo tercer estado en abolir la pena de muerte. Por ello, instó a todos los demás estados de la Unión Americana y al gobierno federal a hacer lo mismo”.
Coakley también felicitó a los obispos de Virginia, a la Red de Movilización Católica y a todos los defensores que “trabajaron arduamente para lograr este resultado histórico”.
Recordó que en “esta Cuaresma, estamos llamados una vez más a arrepentirnos y creer en el Evangelio. Se nos recuerda que Dios creó y ama a cada persona, y podemos responder a este amor con reverencia por la dignidad de cada vida humana, sin importar cuán rota, deformada, discapacitada o desesperada pueda parecer la vida”.
“Mientras nos preparamos para la Pascua, demos gracias por los muchos dones de Dios y continuemos construyendo una cultura de vida“, concluyó en un breve comunicado.